La Rioja

Tormenta en Logroño, inundación asegurada en la circunvalación

El rescate al conductor atrapado en la calle Clavijo, las terrazas volando en el entorno de Portales, el Adarraga convertido en una piscina… Han sido los temas más recurrentes del café de este martes en Logroño, a cuenta del tormentón que la tarde anterior había azotado la capital riojana.

A esos asuntos, caracterizados por lo anómalo, se ha sumado otro que empieza a ser recurrente cada vez que caen algo más que cuatro gotas sobre la ciudad: ¿qué pasa en la circunvalación? La tormenta de esta semana ha vuelto a evidenciar los problemas de drenaje de la LO-20, que volvió a ser pastos de grandes charcos y calzadas anegadas.

Sorprende de una vía que hace menos de tres meses se ha sometido a profundos trabajos de remodelación del firme y en la que  los operarios tratan de anticiparse a la anegación de la vía cada vez que hay previsión de lluvias, abriendo las alcantarillas a modo preventivo.

Si la lluvia fue la causa de los problemas generados ayer en la circunvalación -en la que los atascos son la tónica común con la caída de precipitaciones- el viento fue el causante de los estragos en esta arteria vial de la capital riojana, provocando la caída de un árbol desde una parcela anexa a la calle Lope de Vega.

Logroño sigue este martes bajo alerta amarilla por tormentas y, de cumplirse las previsiones, volveremos a asistir a retenciones, coches orillados en la calzada y otros episodios derivados de una carretera que no parece capacitada para hacer frente a los días de lluvia en una región que no es precisamente de secano.

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