Una charanga ha roto la tranquilidad este viernes en la calle San Juan. A los primeros acordes, ya tenía a los más valientes pegados a su estela. Cuando la duda sobre si irse a casa o tomar la siguiente arreciaba a los presentes, la música ha despejado cualquier pensamiento. Bailar. Saltar. Cantar. Hasta Coldplay a la llegada a la calle Laurel, tras recorrer un par de calles del centro de Logroño.
Entre logroñeses y foráneos, un divertido momento antes de resguardarse en los bares de la calle Portales, la Plaza Martínez Zaporta y hasta la Plaza del Mercado. La noche es joven y los sanmateos, traicioneros. Este sábado, se lanza el cohete. ¿Qué más da? Carpe diem. Y baila con la charanga que tengas delante.
