Cuenta la leyenda que hace varios siglos una ardilla podía atravesar la península saltando de árbol en árbol, sin pisar el suelo. Nuestro grado de credulidad no llega a tanto, pero nos consta que sí es posible sobrevivir a los sanmateos saltando de chamizo en chamizo con el zurracapote como único sustento.
Para ello solo es necesario tener el control sobre dos factores: las relaciones interpersonales y la geolocalización de cada uno de los chamizos distribuidos por la capital riojana durante las fiestas. En lo primero solo podemos darte un consejo: si notas que alguien te mira con cara de “pero qué hace este aquí”, adelántate y canta “¡y nadie en Logroño se siente extranjeroooo!”.
Respecto a lo segundo; tranquilidad, que ya nos encargamos nosotros. Si quieres maridar tu zurracapote con un político de Logroño político, te interesará saber que en el entorno de la Glorieta podrás encontrarlos a casi todos: al PSOE en la San Juan, al PR+ en su nuevo local de Muro del Carmen y al PP en Calvo Sotelo.
El ambiente de las peñas se mueve cerca de la antigua plaza de toros, donde por pura lógica sigue el chamizo del Club Taurino Logroñés. En la misma calle Doce Ligero encontrarás el de la Peña La Uva (número 29). Ya que andas por allí, pásate por Primo de Rivera (Ateneo Riojano cuando se haga efectivo el cambio de denominación), que encontrarás a Los Brincos (número 9) y a La Unión (número 10); y también por Esteban Manuel Villegas a saludar a los integrantes de la Peña Logroño (número 25).
El resto de chamizos están algo dispersos. En dirección a la Universidad encontrarás el de la Peña La Rioja (San Matías, 6) y en pleno casco antiguo podrás entrar al de la Rondalosa (Carnicerías, 4), mientras que en el entorno de los nuevos juzgados puedes pasar a probar el zurracapote de la Peña Áster (Gonzalo de Berceo, 29), la Peña La Simpatía (Beratúa, 24) y la Peña La Alegría (Luis Barrón, 31).
No es necesario (tampoco recomendable) que los visites todos el mismo día, pero sería una pena que acabasen las fiestas y te quedes sin haber aportado tu granito de arena a la cultura ‘chamicera’. San Mateo es una vez al año, al fin y al cabo.
