El Rioja

“Este puede ser un año especialmente bueno en los vinos blancos”

Los aromas a uva recién cortada, ese olor tan característico de la vendimia, de La Rioja en realidad, vuelven a emerger este martes tras casi un año de espera. Y lo hacen, como marca la tradición, en Aldeanueva de Ebro: en la cooperativa Viñedos de Aldeanueva, donde arranca la vendimia 2018 en la DOCa Rioja, con el tempranillo blanco. A partir de ahí se irán cortando las variedades de blanco: esta semana tempranillo y, según evolucionen los análisis y la climatología, la que viene se comenzaría con el verdejo y la viura más avanzada.

“El tempranillo blanco ya ha alcanzado un estado de maduración adecuado para su recolección en varias parcelas, sobrepasando ligeramente los 12 grados”, reconoce Abel Torres, director general de Viñedos de Aldeanueva. Por eso ha llegado al momento de comenzar a recoger el esfuerzo del agricultor “el gran protagonista de esta campaña”, como reconoce Torres, “que ha sido exigente en cuidados”.

¿Por qué hoy y no dentro de una semana? Nada es por casualidad, ya que aunque pocas veces se habla de ello, como recalca Torres, “no se es consciente de la importancia que tiene el momento de iniciar una recogida: es una decisión fundamental, clave para la posterior calidad del vino”. Y pone un símil: “Es como sacar la merluza del horno: si es demasiado pronto puede salir cruda, si es tarde que se haya hecho de más, tiene que ser en el momento adecuado”. De ahí que sean fechas especialmente intensas en la toma de muestras.

¿Y por qué en horario de madrugada? “Se realiza la ‘vendimia nocturna’, entre seis de la mañana y las diez, es una manera de evitar la oxidación a causa de la temperatura y la luz. Esto tiene sobre todo un objetivo de preservar la calidad y también de eficiencia energética”, explica el director general de Viñedos de Aldeanueva, una cooperativa que estima una cosecha de dos millones de kilos de blanco y veinte millones en tinto.

Sanidad perfecta en uva blanca

A pesar de la complejidad del año en el campo, Torres reconoce que en su zona de Rioja Baja “no se han padecido incidencias climatológica significativas, por lo que la uva a fecha de hoy presenta una perfecta sanidad, estando en fechas de maduración normales, lejos de la añada pasada que fue extremadamente temprana”.

En cuanto a los tempranillos ‘tintos’, “están casi a un 100% de envero, sobrepasando el 50% el envero de las garnachas”. De ahí que la cooperativa estime comenzar con dicha cosecha en 10-15 días; “depende del tiempo que haga estos próximos días: si continúa como la última semana con días calurosos y noches frescas, sería lo ideal”, apunta.

Con todos los ingredientes listos para la vendimia 2018, llega la pregunta del millón: ¿y la calidad? “Del tinto la marcará el mes de septiembre, del blanco, este puede ser un año especialmente bueno en vino blanco, hay gran sanidad, y el clima atlántico que ha habido vendrá bien para dar un poco más de acidez”, concluye Torres.

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