La Rioja

La patata brava vuelve a convertir Villar de Torre en centro gastronómico

La patata siempre es parte de la vida de Villar de Torre, seña de su identidad. Zona patatera y su gente se siente orgullosa de sus orígenes. De ahí surgió precisamente la idea de homenajear a tan dichoso tubérculo hace ya 23 años. Porque sí, lo que comenzó como una experiencia y un reconocimiento, ha acabado siendo todo un clásico del verano riojano: el Festival de la Patata Brava.

Este domingo, cumpliendo con la tradición, y como preludio a sus fiestas de Acción de Gracias, ha alcanzado su XXIII edición, repartiendo 2.500 raciones. Todo ello en unas fechas especiales para los productores de patata: recién iniciada la campaña de recolección, que llega con buenas previsiones tanto de cantidad como de alta calidad.

El festival, que está organizado por el Ayuntamiento y por la Asociación Cultural San Juan Bautista, ha vuelto a llenar el pueblo de lugareños y visitantes que como siempre han disfrutado con las bravas de Villar de Torre. El acto, que ha comenzado en torno a las 13 horas en la plaza del pueblo, ha contado con la participación de los 60 jóvenes de dicha asociación.

En total, 600 kilos de patatas, 120 de salsa de mahonesa y 80 de tomate, para concebir las 2.500 raciones servidas en un plato de barro conmemorativo de este evento y acompañadas por un vaso de vino de la zona.

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