La Rioja

El verano en La Rioja por tierra, agua y aire

Si eres un amante del turismo deportivo, activo y de aventura, La Rioja es tu lugar para pasar el verano. Cada rincón de la región guarda su particular experiencia en la que desarrollar actividades con las que descubrir lugares únicos. Por el aire, desde el suelo o en el agua, el paisaje riojano brinda la posibilidad de unir la naturaleza con el ocio. Una aventura continua en la que visitar viñedos, ríos, montes, monasterios, senderos, grutas…

Si lo tuyo es recorrer kilómetros a pie o en bicicleta, descubriendo senderos y pistas, la Sierra de la Demanda ofrece multitud de lugares con los que disfrutar de una jornada diferente. Puedes adentrarte en el valle del Oja, con salida desde Ezcaray, y pasar por Posadas, Valgañón, Ojacastro… aunque si ya has desgastado la suela de la zapatilla o las ruedas de la bici por tu cuenta, esta zona también ofrece la posibilidad de practicar el senderismo interpretativo, el descenso de barrancos, la espeleología, la escalada, el puenting y el rapel, entre otras actividades.

En el valle del Cidacos han ido más allá. Además de lo anteriormente mencionado, aunque en la otra punta de La Rioja, también se puede montar en un quad para recorrer lugares de una belleza espectacular de la mano de varios guías experimentados en los más desconocidos, inaccesibles y bellos parajes de la comunidad. Una peculiaridad de la zona es que allí se puede practicar la pesca deportiva, guiada por un componente del Equipo Nacional de Pesca con Mosca, Luís Otaño, guía profesional de pesca y conocedor de los magníficos ríos riojanos.

También sobre cuatro ruedas, pero en este caso en 4×4 y por los viñedos de La Rioja Alta, es la aventura que tienen en Haro: “Todo un recorrido por el mundo del vino, desde la vid y la bodega hasta la copa de vino, para entender mejor este mundillo”. No falta la visita a una gran bodega de este pulmón vinícola, al igual que en los paseos por segway: una experiencia única y sobre ruedas, además de ecológica, sin ruidos, cero emisiones, un respeto absoluto por el medio ambiente.

Para los más aventureros, el suelo firme es ‘poco’. Lo suyo es surcar el cielo o atravesar las bravas aguas de los ríos riojanos. Los primeros pueden montarse en globo, desde donde disfrutar de la paz y la tranquilidad del que navega dentro del viento admirando los maravillosos paisajes riojanos: viñas, campos de trigo, árboles, el río Ebro, la sierra de Cantabria… el globo aerostático no se ha convertido en un medio de transporte sino que sigue conservando toda la magia de los primemos tiempos de la conquista del aire.

Pero hay más dos opciones para rozar las nubes como el ‘paratrike’, “la forma más fácil y segura de volar”, ya que no necesitas haber realizado ningún curso ni tener ninguna condición física específica. No importa si tienes alguna discapacidad, si eres más alto o más bajo, solo vas, te sientas y vuelas. Igualmente ocurre con el parapente: en un entorno natural y de montaña como es el Monte de Zenzano, Sierra de la Demanda, Sierra Cantabria, y zonas próximas a La Rioja, donde se ‘viaja’ unido mediante un equipo biplaza a un instructor que se ocupa de todo.

​En cuanto al agua, además del Club Náutico ‘El Rasillo’ con su sinfín de actividades, La Rioja ofrece diversión, emoción y trabajo en equipo en las aguas bravas del río Iregua o Najerilla. Una embarcación neumática, el raft, y un grupo de personas dispuestas a disfrutar con esta magnífica experiencia, son los únicos elementos necesarios para pasar un buen rato de deporte y aventura. Y un poco más tranquilo, un paseo en piragua para descubrir lugares de extrema belleza, de sentir y vivir las aguas del río Ebro a su paso por la región.

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