El pasado mes de octubre se instaló en cuatro carreteras de la red riojana un nuevo sistema de señalización capaz de detectar a ciclistas circulando aislados o en grupo para activar una alerta a los conductores de su presencia, a efectos de que puedan adoptar las correspondientes medidas de precaución.
Cinco meses después, una de esas señales (concretamente, la ubicada en el comienzo del ascenso al puerto de Pradilla) presenta desperfectos, presuntamente generado por la acción humana. La señal de peligro aparece descolgada por su vértice superior y su cuadro eléctrico ha sido manipulado para dejarla fuera de servicio, tal y como ha denunciado en las redes sociales Álvaro Robredo, ciclista profesional del equipo Burgos CH Pro.
A algunos parece que no les vale con no respetar al ciclista en la carretera que tienen que romper también las señales que velan por su seguridad. Que vergüenza 😡 @DGTes @Ciclismoafondo_ @ezcarayorg @lariojacom pic.twitter.com/b0IuApZNCJ
— Alvaro Robredo (@AlvaroRobredo) 11 de marzo de 2018
A raíz de su denuncia, la propia jefa provincial de Tráfico en La Rioja, Beatriz Zúñiga, ha tomado nota de la incidencia, agradeciendo a Robredo el aviso.
@AlvaroRobredo , desde Jefatura Provincial de Trafico de La Rioja, gracias por avisarnos
— Beatriz Zúñiga (@bzunigareinares) 13 de marzo de 2018
¿Cómo funciona?
El sistema implantado en octubre está formado por la señal ‘P 22’ ubicada en la carretera que, a través de un sensor, detecta la presencia de uno o varios ciclistas. La señal va provista de tres luces luminosas que se activan y comienzan a parpadear por un tiempo determinado y configurable.
Este sistema pionero ha sido instalado en varios puntos kilométricos de cuatro carreteras convencionales: la LR-111, la LR-250, la LR-254 y la LR-255, donde la visibilidad de la vía es reducida. Tres de estas carreteras son vías que están incluidas dentro de la catalogación de Rutas Ciclistas Protegidas.