La Rioja

Goccia Verde, el único negocio de La Rioja que ofrece productos de limpieza ecológicos a granel

Goccia Verde Logroño no es un negocio al uso. Por eso, no te vamos a hablar de él del modo convencional. Empezaremos contándote qué es lo que no puedes adquirir si acudes a su establecimiento, ubicado en el número 28 de la calle Huesca de Logroño: siliconas, fosfatos, sulfatos, níquel, kathon, aceite de palma, parabenos ni conservantes.

Estos elementos, nocivos para la conservación de medio ambiente y para nuestra salud, no están presentes en la composición de los artículos que sí puedes encontrar en este negocio único y pionero en La Rioja: productos para el lavado de la ropa, especial para pieles sensibles o atópicas, higiene personal hipoalergénica y vegana y de mascotas, limpieza del hogar y cosméticos ecológicos y veganos.

Hace poco más de tres años y medio su responsable, José Sáenz Vergara, decidió darle un giro a su vida. Dejó a un lado el sector vinícola y emprendió un modelo de negocio “en sintonía con mis inquietudes sobre sostenibilidad”. Así que decidió establecer en Logroño una de las 26 franquicias que esta firma española de origen italiano tiene implantadas en todo el país.

Sáenz resume la singularidad de Goccia Verde en dos pilares: una composición de los productos respetuosa con el medio ambiente y nuestra salud y la reutilización de los envases: “Vendo productos de limpieza a granel, lo que significa que el cliente puede venir de casa con su propio bote de plástico y, en lugar de tirarlo a la basura o reciclarlo, rellenarlo con la cantidad de producto que quiera”.

“Lo primero que hacemos es tarar el recipiente para descontar su peso de la cantidad de producto que se lleve, que puede ir desde una cantidad mínima para probar su eficacia hasta cajas enteras de 15 kilos”, indica el gerente del establecimiento, subrayando que “ofrezco además un asesoramiento directo para que el cliente sepa qué producto le va mejor a cada tipo de prenda o superficie que se quiere lavar”.

Los datos del ahorro

José Sáenz asegura que “tenemos una gama muy amplia para satisfacer a todo tipo de público y unos precios muy asequibles, por debajo del de las primeras marcas de los productos convencionales”. Añade que su eficacia “está avalada por los clientes que siguen viniendo desde que abrimos en mayo de 2014”, que además de artículos de limpieza e higiene personal y cosmética ecológica y vegana se llevan una información muy valiosa.

“A los clientes habituales me gusta explicarles cómo están contribuyendo a la conservación del medio ambiente”, señala, indicando que “en los tres años y medio que lleva abierta esta tienda se han reutilizado aquí entre 30.000 y 40.000 envases”. Teniendo en cuenta la energía necesaria para su elaboración, los datos son aún más sorprendentes: “Estos clientes han evitado que se usen 975.000 bombillas de 100W (encendidas durante una hora), se han dejado de emitir 52 toneladas de CO2 a la atmósfera y han ahorrado el consumo de 7,8 millones de litros de agua”.

“Somos comodones”

Aunque sus expectativas iniciales apuntaban a un perfil de cliente más joven, José Sáenz asegura que cuenta con una clientela “mayoritariamente de mediana y avanzada edad”. “Vienen muchas personas mayores que añoran el tipo de productos que compraban cuando eran jóvenes y yo les recuerdo que este modelo de negocio no es ningún invento, sino que regresamos a las prácticas más respetuosas con el medio ambiente, cuando se vendían a granel otros productos como la leche o el vino”.

También hablando del público riojano, este emprendedor considera que “somos un poco comodones, en el sentido de que ha habido gente que ha venido una vez y se ha marchado entusiasmada, pero que luego en el día a día adquiere otros productos industriales que le cogen más a mano”. En cambio, también aprecia que “cada vez vienen más personas entusiastas con la sostenibilidad y es una gozada ver cómo se esfuerzan por adquirir unas prácticas más ecológicas”.

“Al final no vamos a solucionar el problema del consumo exacerbado de plásticos, pero todo se resume en pequeños gestos”, concluye.

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