La Rioja

Óscar Cenzano se suma a la exposición ‘Todo es movimiento’ del Museo Würth La Rioja

‘La obra invitada’ es un proyecto del Museo Würth La Rioja que pretende dar continuidad al planteamiento conceptual y formal de la exposición principal, profundizando en aspectos a los que no llega la exposición, y abriendo posibilidades al diálogo entre artistas, tendencias y metodologías. La obra invitada es una oportunidad de mirar hacia otras sensibilidades estéticas y de trazar puentes entre los diferentes ámbitos de la práctica artística.

La exposición en curso ‘Todo es movimiento, Op Art y Arte Cinético en la Colección Würth’ muestra las distintas formas en las que el arte abstracto del siglo XX exploró el movimiento y lo introdujo como una parte consustancial de su desarrollo teórico. El Arte cinético (del griego kinētikós: que se mueve) se refiere directamente a la escultura concebida para estar en movimiento, ya sea éste por acción de los elementos naturales o por un agente mecánico.

El movimiento permite que las piezas interactúen con el viento, con la luz y las sombras, con el sonido y con el espacio en el que se encuentran; logra que las piezas adquieran una dimensión temporal y espacial que no tiene la escultura estática, y que la experiencia artística suceda a través una percepción sensorial más amplia.

El museo ha invitado al artista riojano Óscar Cenzano (Logroño, 1954) a mostrar dos piezas en esta edición de ‘La obra invitada’. Aunque las dos piezas elegidas son de ejecución reciente, el interés por el movimiento de Óscar Cenzano ha estado presente a lo largo de toda su trayectoria artística, y han sido varias las esculturas cinéticas que ha desarrollado tanto para ‘Arte público’ como para ‘Land art’ (Arte en el paisaje), la más reciente de todas ellas para el I Certamen Internacional Arte en la Viña en el Valle del Yerri (Navarra) en 2017.

Una nueva dimensión

Las dos obras han sido concebidas desde el movimiento de manera que interactúan con el espacio y con los visitantes; en ambos casos las obras están creadas con lamas y duelas de antiguas barricas y barriles que el artista recupera y resignifica. La vida previa del material forma parte de un trasfondo temporal que une a las obras, el tiempo en que ya existieron, que se complementa con un nuevo tiempo que el artista les confiere en la dimensión formal de las piezas.

En ‘Esfera, desarrollo y equilibrio (2005)’ la escultura gira lentamente sobre su propio eje para mostrar la elegancia de los ensamblajes y la complejidad técnica de la ejecución, pero en sí misma la pieza es un desarrollo, una expansión estética, una extensión formal que necesariamente sucede en el tiempo y en el espacio.

En la pieza ‘Cuatro tiempos de cata (2015)’ el movimiento es pendular; el artista utiliza los vacíos para crear intersecciones visuales entre las láminas de madera cuyo tratamiento del color suma también valor temporal: los matices creados por el uso previo del material (tostado de las barricas, crianza del vino…) son la base de un ritmo cromático que vincula los distintos tintados naturales de la obra con el cambio del color en la naturaleza.

Subir