La Rioja

El otoño en La Rioja, una paleta de colores asombrosa para descubrir el mundo del vino

Foto: Cedidas por La Rioja Turismo ©

La tierra con nombre de vino. Una palabra conocida en el mundo entero asociada a un color, una región, sus paisajes y su producto estrella. Rioja. Y una época del año, el otoño, cuando la vendimia engloba un modo de vida centenario que hace de La Rioja el lugar perfecto para perderse entre viñedos, bodegas, cultura, patrimonio, arquitectura, pueblos con encanto y gastronomía.

La Rioja, el Rioja y el otoño, una combinación perfecta para descubrir una infinita paleta de colores única alzando la vista y contemplando lo que tenemos delante: colores verdes apagándose y dejando paso a tonos amarillos, rojos, marrones, ocres, naranjas… colores ladrillo, carmín, castaño… el abanico es tan amplio como los matices que nuestros sentidos sean capaces de percibir.

Foto: Clara Larrea ©

El plan otoñal en La Rioja admite múltiples variantes. No es algo sujeto a un orden. Será la improvisación la que nos permita encontrar ese detalle inesperado que la tierra riojana esconde y pasa desapercibido en un primer momento. Vista, olfato, oído, gusto y tacto tienen que estar alerta. El vino y toda la experiencia que le rodea requiere de nuestra máxima atención.

Centrados en el paisaje como elemento fundamental, los pasos a seguir son sencillos: pasear entre viñedos, almuerzo-picnic, visitar una bodega (tienes para elegir grandes, medianas, pequeñas, centenarias, urbanas, rurales…) y cata-degustación de vinos. El contacto con la naturaleza será el hilo conductor de una vivencia que merece la pena descubrir de primera mano. Cada persona, su propia experiencia.

Foto: cedida por La Rioja Turismo ©

Dejarse llevar. Pasear. Dar vueltas. Sin rumbo fijo, pero con un destino final: conocer la vendimia más en profundidad, las fases por las que pasa el viñedo y sus cepas… porque al igual que el ciclo de la vid se renueva anualmente, las bodegas riojanas incorporan nuevas experiencias enoturísticas que van desde realizar una vendimia en familia o con amigos a pintar con lápices de colores, acuarelas, óleos… en lienzos, sarmientos o piedras.

Los hermosos tapices que forman las viñas en esta época del año son la imagen perfecta para retratar e inmortalizar. Mientras las cepas reciben su merecido descanso otoñal, las hojas dibujan en el campo un hermoso paisaje que invita a sacar el móvil y la cámara de fotos, al tiempo que abrimos nuestro álbum de recuerdos en el cerebro para dejar que entren todas las imágenes para siempre en nuestra memoria.

Foto: Clara Larrea ©

La excusa es vivir La Rioja desde el color de la naturaleza, disfrutar de la huerta del final del verano llena de verduras y frutas en plena sazón, así como de conocer qué diferencias existen entre el tempranillo, la garnacha, la maturana o la viura. ¿Que no sabes ni a qué nos referimos? Ya tardas en elegir bodega para que te lo expliquen mañana mismo (o cuando tengas un rato libre).

Foto: cedida por La Rioja Turismo ©

Todo ello, unido con una gastronomía que encontrarás en cada rincón de la región en sus múltiples restaurantes y bares, donde nunca faltan las patatas a la riojana ni los caparrones de Anguiano. Es importante reponer fuerzas para no decaer al dejar volar nuestros sentidos.

Foto: cedida por La Rioja Turismo ©

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