La concejal de Comercio, Cultura y Turismo, Pilar Montes, ha recibido junto al director de la Casa de la Danza, Perfecto Uriel, el traje del Maestro Ángel Pericet por parte de su sobrina, Concepción Cuervo Pericet, llegada desde Argentina.
“Se trata del traje que utilizó el bailarín para su despedida artística antes de morir en una actuación en Buenos Aires”, ha explicado Montes. “Para nosotros es un orgullo que este traje, referente en un estilo de tanto calado en España, forme parte de la colección del museo de la Casa de la Danza de Logroño, gracias a la estrecha relación de su director, Perfecto Uriel, con la familia del genial bailarín y coreógrafo”.
El traje es una pieza de gran valor artístico perteneciente a la Escuela Bolera, una danza española estilizada y académica, similar a la de clásica, de la que la familia Pericet es un pilar determinante y sólido de esta tradición, que se está empezando a recuperar en España.
Su horario de apertura es de lunes a viernes de 11.30 a 13.30, y lunes, miércoles y viernes, también en horario vespertino, de 17.00 a 20.00 horas.
Otras piezas destacadas del Museo
El museo de la Casa de la Danza cuenta en la actualidad con más de 80 trajes, algunos de última incorporación, entre los que destacan uno de los trajes de Nacho Duato que utilizó para la coreografía ‘Mediterránea’, cuando era director de la Compañía Nacional de Danza. También está presente un traje Bolero de una maestra de origen riojano, Pilar Rioja, afincada en México.
Otro de las más importantes piezas es un tutú de la Bella Durmiente, utilizado en los talleres del teatro Mariinsky de San Petersburgo, así como un traje completo de Antonio Najarro, actual director del Ballet Nacional.
Ángel Pericet (Sevilla, 1928-Madrid, 2011)
Bailarín, coreógrafo, maestro y figura emblemática de la Escuela Bolera.
Ha sido Ángel Pericet personalidad clave en la historia dancística de nuestro país, por las labores de estudio, interpretación, creación e investigación que ha desarrollado sobre la Escuela Bolera.
Ha desarrollado su labor en la danza durante más de cincuenta años.
Debutó junto a Elvira Lucena en el Teatro Español de Madrid, y pasó más de diez años girando por todo el mundo, y especialmente por Latinoamérica, con su espectáculo Danzas y Cantares, estrenado en 1955.
A principios de la década de los ochenta del siglo pasado, Ángel Pericet fue nombrado director adjunto del Ballet Nacional de España, dirigido entonces por María de Ávila. De aquella etapa es el montaje Seis sonatas para la reina de España, creado para esta compañía y repuesto recientemente por el Ballet Nacional en un programa especial por sus treinta años.
Medalla de Oro de las Bellas Artes en 1992, Ángel Pericet continuó con su labor investigadora y docente sobre Escuela Bolera. Con su muerte, 28 de febrero de 2011, desaparece el mayor de la más añeja e importante familia de la danza española tradicional y de la escuela bolera en particular.
Era también bailaor y conocedor del baile popular andaluz. Contribuyó con sus parientes a la redacción de Técnicas, pasos y aprendizajes de la Escuela Bolera Andaluza, decálogo de su tradición y cultura coréutica. En 1992, con ocasión de la Bienal de la Danza de Lyon dedicada a España, la especialista Marie-Françoise Christout, de la Biblioteca Nacional de París, señalaba que los Pericet eran comparables y universales como los Viganó o Angiolini para Italia; los Taglioni para Francia o los Bournonville para Dinamarca.
Entre sus principales coreografías están España (Chabrier) y El fandango del candil (Padre Soler), que fue la última. En 1983, cuando María de Ávila asume la dirección del Ballet Nacional de España, lo llama como adjunto y le encarga Seis sonatas para la reina de España (Scarlatti) que se estrena en 1985 y aún está en el repertorio activo de la compañía titular española. Participó en varias películas, destacando Café cantante (1951) con Imperio Argentina y dirigida por Momplet.
Ángel Pericet se retiró de la escena el 5 de mayo de 2005 en el Teatro Avenida de Buenos Aires. Se llamaba a sí mismo “el bailaor de las dos orillas”, por su apego e implantación en el cono sur americano. Sus restos descansarán en Buenos Aires en el panteón familiar. En 1992 recibió la Medalla de Oro de las Bellas Artes.
