La Rioja

“La salud genital femenina es cada vez menos tabú en La Rioja”

Hay asuntos que, pese a haber entrado hace ya un buen tiempo en el siglo XXI, siguen manteniéndose en el más íntimo de los secretos. En el ámbito de la salud femenina, los avances técnicos y tecnológicos han propiciado que algunos de estos ‘tabúes’ lo sean cada vez menos, especialmente en lo relativo a las patologías genitales.

Que la menopausia provoca importantes cambios en el organismo de la mujer no es ningún secreto, pero algunas de esas alteraciones fisiológicas se mantienen en el ámbito de la confidencialidad. La cosa, eso sí, está cambiando. El ginecólogo José Luis González apunta que “todas las problemáticas derivadas de la pérdida de estrógenos las vivían en secreto las mujeres porque entendían que no había solución o porque sentían pudor a la hora de comentárselo al médico, pero ahora empieza a abordarse con más naturalidad e incluso se anuncian por televisión productos para prolongar la vida sexual de las mujeres”.

Y en La Rioja, en concreto, “cuesta más abordarlas que en ciudades como Madrid o Barcelona, aunque la gente se va mentalizando”, señala el facultativo, afirmando que “posiblemente seamos una sociedad más cerrada en el sentido de que aquí todo el mundo se conoce”.

El láser ginecológico

De entre esas patologías ‘tabú’, las relacionadas con la atrofia vaginal (una pérdida de tonicidad que puede padecer cualquier mujer tras el parto o por la menopausia) tienen, por fortuna, una eficaz solución gracias al desarrollo de técnicas como el láser ginecológico.

“Es un tratamiento muy novedoso a nivel nacional e internacional; nosotros lo adquirimos hace un año en la Clínica Alxen pero ahora es cuando empieza a estar de moda”, apunta José Luis González, recordando que “hasta ahora se venían utilizando distintos tratamientos paliativos como cremas, pero la realidad es que no terminaba de cuajar como tratamiento”.

“Con la terapia láser se utiliza una técnica de fraccionamiento, esto es, en lugar de entrar el rayo láser con un haz fijo, se dispersa en pequeños puntos que no destruyen la célula sino lesionar parte del tejido sin llegar a quemarlo. A su alrededor genera tejido sano, que es el que regenera de nuevo el colágeno”, explica el ginecólogo.

Al regenerarse el colágeno “se produce una tensión urogenital a base de producto natural que mejora las incontinencias de orina y la atrofia vaginal; la señora tiene una mejor lubricación, mayor elasticidad en las paredes de la vagina y se produce un rejuvenecimiento y tensado vaginal”. Además, este tipo de terapia “viene muy bien para el posparto, para mujeres que han tenido partos muy complicados y han sufrido desgarros con cicatrices tediosas”.

La terapia

El doctor González detalla que “es raro la mujer con 60 o 65 años que no tenga algún problema de sequedad vaginal o alguna enfermedad urogenital” y que “en términos globales podríamos decir esta terapia es la solución para, al menos, una de cada tres de ellas”. “A nivel psicológico le cambia radicalmente la vida a la mujer, porque supone nada menos que mentalizarse de que una mujer no muere con la menopausia, sexualmente hablando”, añade.

El galeno especifica que “habitualmente la terapia consiste en tres sesiones de media hora cada una, con un intervalo entre sesión y sesión de unas cinco o seis semanas; desde la primera sesión la mejoría comienza a notarse al mes y medio o los dos meses y al año y medio o los dos años hay que efectuar alguna sesión de repetición”.

Entre sus ventajas, destaca que “es una técnica indolora y, como mucho, utilizamos una crema anestésica en la entrada de la vagina antes de usar el láser. Es un tratamiento muy seguro y muy confortable para la mujer porque no implica ninguna molestia y permite hacer una vida completamente normal. La primera semana puede notar una pequeña irritación, pero nada más”. Y respecto a su coste, defiende que es asequible para cualquier bolsillo: “a media a nivel nacional es de 400 euros por sesión, pero en Clínica Alxen estamos haciendo un esfuerzo para cobrar la mitad de ese precio como término medio”.

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