“Queridas despedidas que visitáis Logroño y, en especial, la Laurel”. Así, a modo de carta, empieza una denuncia que desde la pulpería ‘La Universidad’, un local hostelero de la calle más famosa de la capital riojana, han colgado en las redes sociales tras el repunte de las despedidas de soltero en el centro de la ciudad con la llegada de la primavera.
“Es impresentable que los que amamos la Laurel, ya sea porque llevamos muchos años en ella como los que nos visitan por primera vez, tengamos que “sufriros”y aguantar comportamientos fuera de lugar todos los fines de semana”, prosigue, explicando lo que estos ‘visitantes’ foráneos no parecen entender: la calle Laurel “es una calle de tapeo, que no de copas, familiar, en la que cabemos gente de todas las edades”. “Es normal ver bebés en carritos y abuelos tirando de ellos”, añaden.
“El comportamiento y actitud de muchas de ellas está muy lejos de ser un comportamiento civilizado y normal para el tipo de calle en la que estamos. Solamente deciros que estamos deseando que vengáis pero con educación y respeto, vamos, como cualquiera que disfruta de una de las mejores calles de tapas de España”, concluye la misiva, pidiendo que se respeta la libertad, pero que esta termina donde empieza la del prójimo.
El pasado mes de marzo, los concejales del Ayuntamiento de Logroño plantearon varias modificaciones en la Ordenanza para un mayor control de las despedidas de soltero con comportamientos y atuendos inadecuados o que alteran la normal convivencia en las calles, aunque todavía se sigue trabajando sobre este aspecto y se espera que la legislación para estas situaciones esté lista en verano.
