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El jeroglífico de la UD Logroñés para disputar la Copa del Rey el próximo año

Hace poco más de un mes los aficionados de la Unión Deportiva Logroñés sacaban chispas de sus calculadoras para evitar el descenso. Desde el retorno de Sergio Rodríguez al banquillo la situación ha cambiado diametralmente para los riojanos y, a falta de un milagro que les permita jugar el playoff de ascenso a Segunda, apuran sus opciones para estar en la próxima edición de la Copa del Rey.

Para ello, desde las oficinas de la UDL no hacen más que repasar la Circular 2 que emitió la Federación Española de Fútbol el pasado 15 de julio. En ella se especifican las normas básicas de la competición en las principales categorías del balompié nacional y, además, los requisitos para disputar la Copa 2017-2018.

¿Qué requisitos exige la Federación para obtener una plaza en el ‘Torneo del KO’? En lo relativo a los clubes de Segunda B (categoría en la que milita la UDL), la circular determina que obtendrán el derecho a participar “los cinco clubs mejor clasificados en cada uno de los cuatro grupos al término de la primera fase, salvo los que tuviesen la condición de filiales o dependientes”. Además de estos veinte equipos, obtendrían plaza “los dos club (…) clasificados con mayor puntuación, sin distinción de grupo”. En este último supuesto, en caso de empate a puntos entre dos equipos de diferentes grupos participaría en la siguiente edición de la Copa el clasificado en una posición más alta.

No obstante, el jeroglífico se complica en el siguiente punto de la mencionada circular: “El derecho que se otorga en el apartado anterior lo será sin perjuicio de que también pudiera reconocerse a otro u otros clubs, en el caso en que fuera menester llevar a cabo reajustes en la organización del campeonato como consecuencia de las vicisitudes de las competiciones que al mismo dan acceso”.

Pendiente de los filiales

Aunque según el reglamento serían 22 los equipos de Segunda B (los cinco mejor clasificados de cada grupo y las dos mejores puntuaciones tras ellos) que participen en la Copa, esas “vicisitudes de las competiciones” han elevado el número de contendientes en las ediciones coperas de la última década. Lo habitual es que compitan 24 equipos de la categoría de bronce, pero en tres de las últimas diez temporadas ha habido 25 clasificados y en la campaña 2011-2012 obtuvieron el billete 26 equipos de Segunda B.

¿A qué se deben tales variaciones? Fundamentalmente, al número de filiales que compiten cada año en Segunda División, ya que la RFEF debe “cuadrar” las eliminatorias cuando entran los equipos que esa temporada militan en la categoría de plata.

Las dos campañas anteriores solo hubo uno (Bilbao Athletic y Barcelona B), pero hasta en cuatro de las diez últimas temporadas los ha habido a pares. Es precisamente esto lo que habilitará más o menos plazas de Segunda B en la próxima edición de Copa, ya que el número de clasificados en la última década ha sido siempre de 83 (salvo la edición 2011-2012, con 84) entre los equipos de Primera, Segunda, Segunda B y Tercera División.

En la actualidad hay solo un filial en Segunda (el Sevilla Atlético), pero nadie se atreve a asegurar cuántos habrá el año que viene. El propio cuadro sevillista no tiene asegurada la permanencia en la categoría de plata y otros seis filiales tienen opciones reales de ascenso desde Segunda B (los del Celta, Valladolid, Athletic, Barcelona, Valencia y Villarreal).

Muneta conduce el esférico en el encuentro frente al Real Madrid Castilla | Foto: Riojapress

Los precedentes

Por todo lo anterior, en estos momentos la referencia más fiable para augurar si la UD Logroñés estará en la próxima edición de la Copa del Rey son los puntos cosechados al final de la temporada.

En la actualidad el equipo blanquirrojo suma 50 puntos, el tercer mejor registro (después de Melilla, con 56; y Marbella, con 54) de los clubes que pugnan por hacerse con las teóricas dos plazas especificadas en la circular al margen de los cinco primeros clasificados de cada grupo (excluidos los filiales).

Si, como ha ocurrido en la última década, son al menos 24 equipos de Segunda B los que han obtenido el acceso a la Copa en las últimas diez temporadas, la UDL tendría los deberes hechos a fecha de hoy. Sin embargo, el actual reglamento no garantiza esa presencia, por lo que merece la pena echar un vistazo a los precedentes de estas diez últimas ediciones del ‘Torneo del KO’ para saber cuántos puntos han sido necesarios para estar entre los elegidos.

Los datos históricos subrayan que en esta última década han sido necesaria una media de 54,4 puntos para obtener un billete para la Copa, aunque (como muestra el siguiente gráfico) en la campaña 2011-2012 La Roda se clasificó para la competición con solo 49 puntos en su casillero y desde la novena posición del Grupo I.

La UD Logroñés ya sabe lo que es clasificarse ‘in extremis’ para el ‘Torneo del KO’. En la campaña 2009-2010, la primera de su historia, acabó como noveno clasificado del Grupo III, con 54 puntos, para obtener el último de los billetes para el campeonato. En aquella ocasión le benefició contar con dos filiales mejor clasificados que él en su grupo (Barcelona B y Mallorca B) y el elevado número de puntos con que acabó la campaña.

La UDL en la Copa

En su reciente historia son seis las participaciones de la Unión Deportiva Logroñés. A la primera de ellas accedió tras proclamarse el Varea (al que adquirió la plaza) campeón de la Tercera riojana en la temporada 2008-2009 y cayó en primera ronda ante el Villajoyosa.

Al año siguiente llegó hasta los dieciseisavos de final (su techo en el torneo), donde cayó ante el Valencia tras eliminar al Alavés, el Cerceda y el Badajoz. En la temporada 2011-2012 cayó ante el mítico Mirandés (aquel año se coló en semifinales con Carlos Pouso en el banquillo) en la tercera ronda, después de batir a Palencia y Noja.

La siguiente temporada deparó un derbi entre los dos equipos de Logroño (la SD Logroñés militaba en Segunda B) que se resolvió en la primera ronda con la eliminación de la UDL. Se abrió a partir de entonces un paréntesis de dos temporadas sin que los blanquirrojos disputasen la Copa que se cerró la campaña pasada con la eliminación en dieciseisavos a manos del Sevilla (tras superar en las rondas previas a Linares y UCAM Murcia).

La última participación del equipo riojano data de esta misma temporada, en la que el equipo entonces dirigido por Pouso cayó en la primera ronda en La Planilla ante el Calahorra.

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