La Rioja

Tras revivir la escuela de San Román de Cameros, Siempreviva apuesta por regenerar su agricultura

Aún quedan lugares donde los padres no sufren ataques de pánico cuando toca escolarizar a sus hijos. Perviven municipios donde no hay que estar pendiente del sorteo de una letra para saber a qué colegio irán el próximo curso los pequeños del hogar. En San Román de Cameros sucedía todo lo contrario hasta que Siempreviva se planteó una hazaña: evitar que su escuela echara el cierre por la falta de alumnos.

Esta asociación, que tiene el rostro de Amaya y Óscar, puso en marcha hace un año la iniciativa ‘Salvar la escuela bicentenaria’. Gracias a ella, diez niños aportan aire fresco al municipio y otros tres se sumarán al próximo curso. San Román cuenta, así, con seis nuevas familias en su censo que plantan cara a la despoblación de esta y otras tantas localidades rurales de la región.

Sin embargo, el éxito de aquella iniciativa no ha frenado el afán por buscar otros atractivos que atraigan a nuevos habitantes a este enclave de los Cameros. Ahora, Siempreviva pretende “recuperar parte de las terrazas agrarias generando suelo y vida: herbáceas, aromáticas, arbustivas, matorrales, frutos del bosque, cultivos de quinoa, azafrán, árboles maderables”.

Y quiere hacerlo “recuperando el sistema adehesado mixto de antaño en convivencia con los cultivos de cereales, hortícolas y la fauna asociada. Todo el diseño, la gestión del suelo, del agua, de la siembra y las plantaciones estarán hechos con las premisas de la permacultura y la agricultura regenerativa”.

Este proyecto cuenta con dos áreas de acción. En primer lugar, se trabaja en la construcción de un vivero que haga las veces de “incubadora del bosque” y en el que germinen árboles, frutos del bosque y plantas medicinales para replantarlos el próximo año en su hábitat definitivo. Además, Siempreviva se ha propuesto restaurar una antigua nave agrícola y convertirla en un aula multiusos.

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