En el pequeño parque que da acceso al gran parque del Iregua, situado bajo Puente Madre, los vecinos del barrio de La Estrella, que suelen frecuentar la zona en familia o con sus mascotas, se han cansado del habitual botellón que allí se celebra cada fin de semana. Uno de ellos decidió pedir, de muy buenas maneras, por cierto, que por favor no rompieran botellas en el suelo porque supone un peligro para cualquiera que por allí pasee.
La respuesta de esta subespecie vandálica ha sido la que se puede observar en las imágenes: romper una litrona junto al lado de la farola en donde se colocó el mensaje. P’a chulo chulo, mi pirulo, que diría aquél. Y así, cada fin de semana nos encontramos con alguna ‘gracia’ de este tipo de personas incívicas, cuya inteligencia muchas veces no supera la de un cabestro, que hacen el mal porque sí, porque les resulta divertido.
Lo malo es que esta gente es la que va a pagar nuestras pensiones. Que Dios nos pille confesados…
