La Policía Nacional ha desmantelado un taller de calzado clandestino en Arnedo, junto al supermercado Eroski del municipio, en una operación (la investigación continúa abierta) en la que han resultado detenidas diez personas -principalmente de origen extranjero-, según ha publicado la web local ‘El Titular de La Rioja’.
La entrada en dicho bajo se ha realizado este lunes por la noche, colaborando la Policía Nacional con la Inspección de Trabajo en un operativo que ha contado con un amplio despliegue policial (alrededor de veinte agentes). Tras acceder al local, cuenta el citado medio, se pudo comprobar las deficientes condiciones de trabajo así como la situación irregular de los trabajadores.
El secretario general de Industria de Comisiones Obreras, Rodrigo Alfaro, ha condenado “la existencia de estos talleres que esclavizan a los trabajadores”. Unos talleres, explica, “ubicados en unos locales que no garantizan las condiciones mínimas de salubridad para los trabajadores”. Sin olvidarnos, añade, “de los horarios, sin ningún tipo de control, a los que estaban sometidos estos empleados”.
Por esta razón, desde Comisiones Obreras quieren hacer un llamamiento a la patronal del calzado de La Rioja (AICCOR) a que en la próxima reunión que han acordado para junio de este año, afronten juntos el compromiso sobre “la responsabilidad social corporativa de las empresas asociadas para controlar la subcontratación, evitar que aparezcan más talleres de estas características, que no benefician a nadie; ni a los trabajadores ni a los arnedanos, ni al producto final”.
“Si de algo podemos sentirnos orgullosos es de la calidad del producto que se vende en Arnedo, un producto elaborado con todas las garantías”, ha añadido, exigiendo que “se investigue para qué empresas trabajaban estos talleres y se les impongan las consiguientes sanciones por no controlar sus subcontratas”.
Operación similar
El pasado 24 de febrero, fueron detenidos en una operación similar un padre y su hijo, de origen georgiano, como responsables de un delito contra los derechos de los trabajadores y de explotación laboral de sus empleados, la mayoría de ellos compatriotas suyos.
Regentaban otro taller clandestino de manufactura de calzado, aprovechándose del estado de precariedad y necesidad de sus empleados, para obtener el máximo beneficio económico, bajo la promesa de facilitar los correspondientes permisos de residencia y trabajo.
