El Sereno

Al doctor le han pintado la cara

Existen dos tipos de vandalismo, ambos injustificables, pero no en la misma medida. Está el vandalismo por despecho, por venganza, por intimidación… en definitiva, por un motivo, sea válido o no, siguiendo normalmente la pauta causa-efecto. Y luego está el vandalismo estúpido, ese que no lleva a ninguna parte, ese que se hace por hacer, porque pasaba por aquí y me dio por allí. O lo que es peor, creyéndose el más gracioso al oeste del río Ebro.

Y en esta ocasión estamos ante un vandalismo estúpido, o una estupidez de vandalismo, como prefiera el lector. A uno de nuestros personajes ilustres, el ilustre y eminente oftalmólogo Doctor Ramón Castroviejo, le han pintado la cara. Literalmente. O, para ser más exactos, el busto que desde 1982 preside la Glorieta de otro doctor, el Dr. Zubía.

Esperemos que el Ayuntamiento de Logroño ponga pronto remedio a este acto vandálico. Claro que quizás no se hayan dado cuenta porque han permitido plantar una churrería justo delante del mismo, con lo cual, en los meses de invierno va a pasar totalmente desapercibido.

No tiene suerte el recordado oftalmólogo riojano. Cabe recordar que, cuando se inauguró su busto con la correspondiente placa, en ésta de podía leer ‘optalmólogo’, con P de patinazo ortográfico. La solución no pudo ser más a la española: serramos y lijamos la letra y la convertimos en una F, y aquí paz y después gloria.

[aesop_gallery id=”16258″]

Subir