En la temporada primavera-verano está previsto que se planten cerca de 50.000 plantas en los parques y jardines de Logroño, labores que han comenzado recientemente y que se prolongarán durante unos quince o veinte días, en función de las condiciones climáticas, con el fin de que todo esté finalizado para las fiestas de San Bernabé.
El concejal de Medio Ambiente y Eficiencia Energética, Jesús Ruiz Tutor, ha destacado el trabajo desconocido que se desarrolla en el Vivero municipal, que permite que Logroño sea “una ciudad cada vez más atractiva, más verde y de mayor calidad ambiental”.
La siembra para la plantación de flor de verano se realiza en tres fases, de enero a marzo. Procedente de estas siembras, durante estas semanas se plantarán geranios (6.000), variedades de tagete (9.500), cosmos (4.400), salvia (3.900), zinnia (2.100), verbena (2.000), dalia (1.500), flox (1.500), aliso (1.100), Reina Margarita (1.500), celosías (800) y ageratos (200).
Además, se plantarán 7.200 begonias rojas y 6.200 blancas que sirven, entre otros destinos, para crear la ‘ñ’ de Logroño y la bandera de la ciudad que se exhiben desde una de las laderas del Parque de San Miguel. Este año el “simbolismo floral” se ve completado con una ‘copa de Rioja’ formada por estas flores en un parterre situado al final de la calle Chile, próximo a la circunvalación.
La novedad de este año es la plantación de flox y Reina Margarita, igual que en años anteriores se probaron con éxito diversas variedades de salvia o el cosmos. El objetivo de estas pruebas es comprobar qué tal se adaptan nuevas especies y así incrementar la diversidad de plantas en la ciudad.
Contado la temporada otoño-invierno, cada año salen del Vivero municipal más de 100.000 plantas de flor.
