Hasta la niebla, que durante todo el día cubrió la mayor parte de Rioja, quiso sumarse este domingo a la celebración del Día Internacional del Enoturismo, fiesta grande en la más importante región vitivinícola española. Pero no pudo eclipsarla.
La semana que desembocaba en el domingo festivo ha estado plagada de actividades enfocadas al enoturista. Y aún más a los receptores de este tipo de viajeros. La charla ‘Cómo rentabilizar aún mejor el enoturismo’ que el jueves llenó de bodegueros y hosteleros el Riojaforum logroñés ofreció todas las pistas necesarias para que la industria enoturística riojana continúe con su floreciente desarrollo. Es una fantástica iniciativa impulsada con entusiasmo desde hace unos años por los Gobiernos de La Rioja, Navarra y Euskadi, por el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Rioja y por las diferentes asociaciones de bodegueros y hosteleros de la región.
Los actos del domingo vinieron finalmente a poner el broche de oro a una semana en la que todas las regiones vinícolas del mundo, o al menos las más importantes (Napa, Burdeos, Mendoza y Toscana…), quisieron dejar constancia de que también son una buena alternativa para el enoturista desde las carpas instaladas en los jardines del parque Felipe VI. Allí mismo los viajeros que han llegado a Logroño durante toda la semana han recibido una botella de Rioja y una copa conmemorativa. Lo mismo ha ocurrido en el aeropuerto de Agoncillo, que ha vivido la semana de más tráfico aéreo desde su apertura, aunque para ello haya sido necesario extender el horario de los aterrizajes hasta más allá de las diez de la noche. A falta de conocer cifras oficiales, se habla de varios miles.
Como es sabido, la totalidad de las bodegas riojanas abrieron sus puertas de forma gratuita este domingo. En algunas fue necesaria la cita previa, agotada desde hace varias semanas en las más emblemáticas de la región. Además, las calles de Logroño, Oyón, Fuenmayor, Lapuebla, Cenicero, Elciego, Laguardia, Briones, San Asensio, San Vicente, Samaniego, Haro, Alfaro, Aldeanueva de Ebro y Tudelilla se llenaron de mesas populares de cata, en las que las diferentes bodegas de cada zona realizaron una muestra continua de sus vinos. Las exhibiciones de elaboración de barricas y el resto de actividades planteadas para la jornada, desde juegos de cata ciega hasta exposiciones de etiquetas, pasando por rutas entre viñedos a pie, a caballo o en bicicleta, dieron contenido a una jornada festiva que quedará para el recuerdo por la implicación de todos los estamentos públicos y privados que día a día y semana a semana hacen de Rioja el destino enoturístico preferido de miles de personas de todo el mundo.
Lo más positivo de todo es que las actividades que este domingo se desarrollaron a lo largo y ancho de Rioja han nacido con vocación de permanencia. El Centro de Cultura del Rioja, por ejemplo, se presenta definitivamente como motor del enoturismo a partir de la exposición permanente ‘Tercer siglo de Rioja‘, un espectacular recorrido multimedia que da sentido por sí mismo a la propia existencia del centro.
*El lector se habrá percatado de que ayer, efectivamente Día Internacional del Enoturismo, nada de lo que cuenta la crónica ocurrió y fue un domingo como tantos otros. Otra oportunidad perdida. Y las viñas, con mil colores, esperando.
