La Rioja

La tarde en la que Urdiales reventó Bilbao

29 de agosto de 2015. Bilbao. Será una fecha eternamente recordada por Diego Urdiales. Tres orejas y puerta grande como premio por torear despacio, dicen las crónicas, en una faena memorable. Aquí están recopiladas si no todas, si algunas de las más importantes y el vídeo resumen de la corrida:

Urdiales conquista Bilbao, por Álvaro Suso en El País.

“Un ramillete de naturales bellos y un par de derechazos encajados antes de culminar con cuatro muletazos por bajo delante de la puerta de la enfermería que quedarán para siempre en la retina del aficionado y que hicieron rugir a los aficionados. Una estocada perfecta y dos pañuelos al unísono en el palco”.

Oda para la eternidad de Urdiales y ‘Favorito’, por Zabala de la Serna en El Mundo.

“Y entonces la gota de Diego fue la lluvia hembra que cala las almas, y el mar de lágrimas por el toreo vertido, tantas veces soñado, tantas otras añorado.”

Cumbre de Diego Urdiales, de rioja y oro, por Andrés Amorós en ABC.

“Nadie le pone ni un pero. Diego había apuntado siempre buenas cualidades pero esta tarde logra la mejor faena de su carrera y se consagra, por fin, como figura.”

La pureza de Diego Urdiales sentencia la feria y marca las diferencias, por Paco Aguado (Agencia EFE) en La Vanguardia.

“Quien aportó a la feria, y a la temporada, la magia y la grandeza de lo excepcional, esa dimensión verdaderamente trascendente de este arte de héroes singulares, fue un menudo torero de La Rioja que atesora un sentimiento torero de gran reserva.”

Exquisito Diego Urdiales, tarde cumbre, por Barquerito en El Correo.

“El aire y la manera fundidos de dos grandes maestros, Curro Romero y El Viti, que el pasado invierno proclamaron su preferencia particular por las maneras, los aires y el concepto de Diego y lo dejaron señalado: así se toreaba en su época y así se puede y debe torear.

¿Cómo? Sedosamente, tomando la muleta como si no pesara, dando apariencia de liviano al muletazo profundo, revistiéndolo de naturalidad, posado Diego en las zapatillas, ni un pisotón, ni un tirón.”

El elixir torero de Diego Urdiales, por Luis Nieto en Diario de Sevilla.

“El cierre, con trincherillas y un molinete invertido -el primigenio-, que realizaba Belmonte, fue una explosión de torería. La obra tuvo como colofón lo que merecía: una soberbia estocada. Diego Urdiales paseó las dos orejas entre lágrimas a los gritos de “¡Torero, torero, torero!”. “

Urdiales hace un monumento al toreo y recita una lección de tauromaquia, por Carlos Ilián en Marca.

“Diego Urdiales conquista la cumbre en Bilbao y no sólo ha hecho un monumento al toreo, es que además ha tapado muchas bocas y de paso ha dejado en ridículo a las llamadas figuras.”

Diego Urdiales, puerta grande, rinde Bilbao, por Íñigo Crespo en Aplausos

“Gran faena de Diego Urdiales frente al cuarto, un toro de calidad suprema y gran profundidad al que ha toreado al ralentí. Excelente obra, torería, gusto, sabor, muletazos eternos. Colocación, pureza, entrega. Series extraordinarias. Esmero, armonía y profundidad. Toreando con las yemas y el alma. Los trincherazos finales, profundos. Gran faena. Gran toro. Magnífica estocada. Dos orejas y gran ovación al toro.”

‘Urdiales revienta Bilbao con el Alma’, por Pablo García Mancha en La Rioja*.

“Qué manera de torear al natural, al puro ralentí, muñecas de cuarzo, la tensión mínima en la franela, y esa colocación de extrema pureza, el medio pecho, los talones asentados, las zapatillas enterradas y la naturalidad deletreada.”

(*: esta crónica no se encuentra disponible en larioja.com)

 

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