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La UD Logroñés persigue sombras

Dos disparos entre los tres palos y dos goles. No ha necesitado más el Celta B -equipo maldito para la UD Logroñés porque nunca le ha ganado- para llevarse tres puntos de Las Gaunas y casi certificar su permanencia un año más en la categoría de la que se despidió al final de la temporada pasada y a la que volvió tras ocupar la plaza del Ourense. Los pupilos de Carlos Pouso se han dedicado este domingo a perseguir sombras. Las propias, las del rival, las del playoff y hasta las del árbitro. Dos ocasiones ha tenido el filial celtiña en la primera media hora y con ellas ha bastado. El peso del marcador y el paso de los minutos han hecho el resto.

Ha querido la UD Logroñés despertar en la segunda mitad, pero ha sido demasiado tarde. Los cambios en el descanso de Jacobo Trigo y Camochu -aplaudido en su salida a calentar- han servido para que las sensaciones fueran otras. Superados por el 0-2 del electrónico, sí, pero capaces de remontar también. Ya había dado un aviso Moisés García con un cabezazo que Néstor ha sacado de manera magistral y en otro cabezazo ha llegado la esperanza. Jacobo Trigo ha acortado distancias con un impecable remate y ha devuelto la fe a una grada que ha vuelto a pitar a su equipo, pero que también le ha dado el apoyo cuando más lo ha necesitado.

Sin nada que perder, el conjunto riojano se ha volcado sobre el área celeste y ha conseguido embotellar a su rival. Nervios, tensión y desesperación. Las ocasiones han llegado, pero no los goles. También los posibles penaltis. Camochu, Menudo, Joel Valencia, Muneta… todos han acabado estrellados contra el muro vigués sin suerte en sus empresas. No era el día. Otra vez con todos los resultados a su favor para ver las siguientes jornadas con mayor tranquilidad, la UD Logroñés ha vuelto a complicarse la vida y ya ha dejado de mirar sólo hacia delante.

Quedan tres partidos (Marino de Luanco, Lealtad y Langreo) y la ventaja es de sólo dos puntos con el Guijuelo y de tres con el Compostela. Todo podría cambiar en una jornada. El abismo se va acercando sigiloso. Ya está ahí.

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