Como es bien sabido el Camino es una de las rutas de peregrinación más emblemáticas del mundo, atrayendo a miles de peregrinos cada año. Hay multitud de rutas y tramos sin embargo, uno de los tramos más destacados y significativos es el Camino de Santiago desde Logroño a Burgos, un recorrido de aproximadamente 120 kilómetros y ofrece todo lo que cabe esperar del Camino: una maravillosa mezcla de paisajes, cultura e historia. Además de un sin fin de buenas recompensas para el paladar.
Tomamos Logroño como punto de partida, desde aquí el Camino se extiende hacia el oeste, cruzando viñedos y campos agrícolas que ofrecen un paisaje idílico y sereno. El primer destino importante es Nájera, una ciudad con una profunda historia vinculada a la realeza y el Camino de Santiago. Donde los peregrinos podrán visitar el Monasterio de Santa María la Real, fundado en el siglo XI y que desde entonces sigue siendo un gran refugio cultural y espirutal.
Continuando el viaje, el siguiente punto destacado es Santo Domingo de la Calzada, famoso por su Catedral del Salvador y la leyenda del milagro del gallo y la gallina. La ciudad proporciona a los peregrinos una sensación de conexión histórica con aquellos que han recorrido el mismo camino durante siglos y lo que quedan por pasar.
Desde Santo Domingo de la Calzada, el camino avanza hacia Belorado, pueblo digno de una sosegada parada. La ruta continua hacia Villafranca Montes de Oca, donde el terreno comienza a volverse más desafiante, con colinas que prueban la resistencia de los peregrinos. Aunque nada del otro mundo, bien es cierto que aumentan un poco las cuestas pero nada que no se pueda realizar un peregrino.
Finalmente, el tramo culmina en Burgos, una de las grandes joyas del Camino Francés. La ciudad es conocida por su majestuosa catedral gótica (Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO). Burgos es un punto crucial para descansar y reflexionar antes de continuar hacia Santiago de Compostela.
Este tramo del Camino de Santiago, de Logroño a Burgos, es una experiencia enriquecedora que combina esfuerzo físico moderado solo en algunos puntos, introspección y la oportunidad de sumergirse en la rica cultura e historia de España. Es un viaje que no solo se mide en kilómetros, sino en las experiencias y recuerdos imborrables que se crean a lo largo del camino.
Buen Camino.
