Sucesos

Las acusaciones del ‘Caso profesor’ mantienen sus calificaciones

FOTO: EFE/ Raquel Manzanares

Las acusaciones del crimen del profesor jubilado, Pedro José Sáez Alfaro de 73 años, cuyo cadáver apareció en su domicilio de Logroño el 18 de febrero de 2020 fruto de una muerte violenta, han elevado este lunes a definitivas sus calificaciones en el juicio.

El fiscal ha considerado que los hechos son constitutivos de un delito de homicidio, encubrimiento y obstrucción a la justicia, mientras que la acusación particular ha variado su calificación inicial y ha entendido que se trata más de un asesinato que de un homicidio, al haber una alevosía sobrevenida. Por su parte, las defensas de los dos imputados en este crimen han elevado a definitivas sus peticiones de absolución.

Así lo han indicado las partes en la última sesión del juicio con jurado popular, que se celebra en la Audiencia Provincial de Logroño contra el acusado, de 34 años, como presunto autor del crimen; y una mujer, que, según las acusaciones, tenía una relación personal con la víctima, quien había prestado a la imputada unos 52.000 euros y a la que denunció por estafa.

El profesor fue hallado muerto en la cocina de la vivienda, tirado en el suelo, rodeando de un charco de sangre y con la cara y cabeza ensangrentadas, debido a la hemorragia que le provocaron las lesiones, algunas de ellas provocadas por dos objetos diferentes, sin ser armas blancas.

El fiscal ha elevado a definitiva su petición de pena para el acusado de 16 años de prisión como presunto autor de un delito de homicidio y obstrucción a la justicia, así como la libertad vigilada durante 10 años, y para la mujer, 4 años y medio de cárcel por los de encubrimiento, al entender que ayudó al primero a huir a Italia; y obstrucción de la justicia.

Alevosía sobrevenida

La acusación particular solicita para cada uno de los dos imputados 25 años por asesinato o, subsidiariamente, 15 años por homicidio, al entender que hubo alevosía sobrevenida; más 4 para cada uno por obstrucción de la justicia.

Esta parte también ha argumentado, entre otros aspectos, que la imputada, quien tiene antecedente penal cancelable, fue “inductora y responsable” de este crimen, en lo que no se ha mostrado de acuerdo su defensa.

El fiscal entiende que el acusado acudió al domicilio del profesor para reprocharle su conducta procesal contra la mujer, lo que provocó una situación “violenta” y le golpeó brutalmente con, al menos dos objetivos contundentes, dejándole herido de muerte e inerme en el suelo, tras lo que se fue.

Las acusaciones también han elevado a definitivas sus calificaciones de que este hombre abandonó de forma precipitada Logroño con destino a Madrid, donde se reunió con la acusada, quien le ayudó a escapar al día siguiente a Italia, a donde ella viajó después para vivir juntos.

El acusado, quien estaba en situación irregular en España, fue detenido en 2022 en Italia y, en la actualidad, se encuentra en libertad preventiva, al igual que la procesada.

En este juicio, el acusado negó los hechos ni haber matado a nadie, y la acusada negó también que fuera cómplice alguno y sí reconoció que trabajó durante un tiempo en casa del profesor en las tareas domésticas y que, fruto de la soledad de este hombre y del cariño que le cogió, entablaron una relación sentimental, sin que su interés por él fuera el dinero.

Faltan pruebas objetivas

Sus defensas, entre otros aspectos, han incidido en que entienden que no hay pruebas objetivas para determinar la autoría de sus representados en este crimen, que las cosas no están tan claras como las acusaciones mantienen y han solicitado al jurado un veredicto de no culpabilidad.

Han convenido también en que el profesor fue hallado en su domicilio muerto y desangrado, pero han discrepado en que sus representados puedan ser considerados como presuntos autores del crimen.

Tras esta última sesión, el juez entregará mañana el objeto del veredicto al jurado, que se deberá pronunciar sobre las pruebas practicadas en este juicio y se reunirá a puerta cerrada.

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