La Rioja

Los restaurantes Alameda (dos soles) y La Galería (un sol), novedades riojanas en la Guía Repsol

La Guía Repsol 2017 incorpora dos novedades para La Rioja, destacando la entrada en esta publicación del restaurante La Galería de Logroño y el segundo sol para el Alameda de Fuenmayor. De esta forma, son seis los locales riojanos que gozan de su presencia en esta reputada guía gastronómica, con el Portal del Echaurren (Ezcaray) como máximo exponente de la cocina de la región, según los críticos que la realizan.

  • Tres soles: El Portal del Echaurren (Ezcaray)
  • Dos soles: Venta de Moncalvillo (Daroca de Rioja) y Alameda (Fuenmayor)
  • Un sol: Casa Toni (San Vicente de la Sonsierra), La Vieja Bodega (Casalarreina) y La Galería (Logroño)

En el 2017, dos son los tres nuevos Soles. La inteligencia y el oficio de Albert Adriá en Tickets, que se ha convertido en el buque insignia de la alianza empresarial entre los hermanos Adriá y los Iglesias en el Paralelo barcelonés, lleva los tres soles a Cataluña. Y del trepidante ritmo y la exigencia del catalán barrio de moda, a la placidez del bucólico paisaje asturiano de Arriondas, donde la metódica creatividad al servicio de la tradición de Nacho Manzano en Casa Marcial se ve recompensada con otros tres soles. Dos maneras de entender la cocina unidas por la excelencia y la voluntad de superar cada servicio el plato del día anterior.

Superarse a sí mismos es también la constante de los 13 nuevos dos soles. Acanthum, la joya gastronómica de Huelva en la que el producto autóctono y los platos locales juegan en primera liga gracias al joven Xanty Elías o la exigencia en elaborar recetas de siempre del restaurante Alameda en Fuenmayor, son dos caras de la gastronomía que conviven en armonía. El veterano Cenador de Salvador en Moralzalzar (Madrid) o la cocina de castellana de Tierra de Campos que practican en Lera, Castroverde de Campos (Zamora), son ejemplo de clásicos ajenos a las modas. La Bomba Bistró, en Madrid, y la marisquería Rías de Galicia, de los hermanos Iglesias en Barcelona, profundizan en la obsesión de colocar en la mesa las mejores piezas sin limitaciones geográficas.

 

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