Todavía con el susto en el cuerpo, los jubilados de Jalón de Cameros desalojados de su sede el pasado sábado remueven el cielo con la tierra para recuperar la sede de su asociación.
Este mismo lunes su presidente, Ramón Fernández, ha entregado un documento en la Delegación del Gobierno en La Rioja en el que pide a Alberto Bretón “que realice todas aquellas gestiones y acciones que estén al alcance de su mano para garantizar y restituir los derechos sustraídos a la asociación de la tercera edad, como son el local-sede y todos sus enseres arrebatados durante el desalojo del pasado 15 de julio”.
El escrito está ya en poder del delegado del Gobierno, aunque los representantes lamentan que “se ha negado a recibirnos” y temen que “a pesar de todas las puertas a las que estamos llamando, damos por perdido el local”. Esas “otras puertas” comprenden la sede del Partido Popular de La Rioja y el gabinete del vicepresidente del Senado, Pedro Sanz. Aunque lamentan que han obtenido la misma respuesta: “En el PP nos dijeron que tenían una reunión y nos emplazaron a una llamada telefónica que aún no se ha producido y nos dijeron que Pedro Sanz está en Valencia y tampoco puede atendernos”.
“Quiere explotar el local”
Los 48 integrantes de este colectivo de pensionistas siguen sin entender cómo este fin de semana una patrulla de la Guardia Civil se ha personado en casa de su presidente “como si fuera un delincuente” para dar cumplida orden del desalojo de su sede en la localidad camerana. “Nos dijeron que o desalojábamos nosotros el local o echaban la puerta abajo de una patada”, repite resignado.
Los representantes del colectivo de pensionistas (integrado por 48 miembros en la actualidad) sospechan que, tras su desalojo, existe un interés en “explotar el local” por parte del Ayuntamiento. Su alcaldesa, denuncian, “se negó a recibir un correo certificado en el que le pedíamos que reconsiderara nuestro desalojo”, que en primera instancia expira el próximo 13 de agosto. No obstante, los jubilados de Jalón están seguros de que “después de esa fecha no nos van a devolver la sede”.
“La alcaldesa no acepta que en la asociación seamos autónomos y que organicemos reuniones en las que disfrutamos juntos dos veces al año; se irrita y ahora nos lo paga con el desalojo”, lamentan.
Finalmente, insisten en que “todo lo que hay dentro de la sede lo hemos financiado con nuestros propios recursos y ahora no nos dejan recuperarlo.
