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El Badajoz aplasta al Calahorra en la vuelta y le deja sin ascenso

Llegaron dos equipos riojanos a la final del playoff de ascenso a Segunda B y los dos murieron en la orilla. El Náxara caía eliminado en Tafalla ante la Peña Sport el sábado y el Calahorra no ha podido con el CD Badajoz en casa, pese al 0-0 de la ida. Álex Satrústegui adelantó a los riojanos desde los once metros, transformando un penalti cometido sobre Astudillo en el minuto 25, pero dos goles de Ruano y Joaqui en la segunda parte han dejado a los rojillos sin el sueño de alcanzar la categoría de bronce.

Arrancó vibrante el duelo entre riojanos y extremeños, que mordían para conquistar cada palmo de terreno. Dos minutos tardó el colegiado en enseñar la primera tarjeta, a José Manuel por una dura entrada por detrás sobre Mario León. Había demasiado en juego y las pulsaciones se dispararon nada más echar a correr el balón.

Fue para el Badajoz la primera afrenta sobre la portería rival, a los cuatro minutos.. Ruano trató de cazar un balón perdido en el área rojilla, pero Txerra cerró bien los espacios y logró repeler el cuero, no sin quedar dolido por esa acción.

El equipo blanquinegro lograba embotellar a los riojanos en su campo, obligándoles a intentar sorprender con balones largos a la espalda de la defensa, en busca de la movilidad de Satrústegui y Astudillo.

Logró combinar el equipo de Eduardo Arévalo para que el balón le durara algo más a sus hombres en las botas. El choque no consentía acciones a más de dos toques. Fútbol de cirujano.

En el minuto 19 llegó la primera ocasión polémica del partido, con una caída de Dani Santigosa que la hinchada visitante entendió como penalti. Curiosamente, quiso el destino que la polémica llegase en el mismo minuto en que Nico derribaba a Satrústegui en el Nuevo Vivero. Al igual que entonces, la acción quedó sin castigo.

La siguiente jugada en el área contraria sí se castigó como penalti. Pozo derribó a Astudillo y Sarasua Aramburu indicó los once metros. A Álex Satrústegui no le tembló el pulso y golpeó duro, centrado y arriba, eludiendo la estirada de Nico (1-0, m.25).

Respondió a los dos minutos Herrera, ganando posición de remate dentro del área rojilla pero disparando demasiado alto. Se parapetó el Calahorra dejando hacer al Badajoz en el centro del campo, pero a cada recuperación Satrústegui, Astudillo y Mario León salían como flechas en busca de la portería defendida por Nico.

Insistía el cuadro blanquinegro con internadas hasta la línea de fondo para intentar ceder a zona de remate, pero Txerra protegía su zona de influencia sin inconvenientes. Y así llegó el descanso, con una mínima ventaja de los riojanos que debían defender en el segundo tiempo para que el champán se descorche en La Planilla.

Vídeos de las polémicas (Extremadura TV)

Arrancó incisivo el CD Badajoz. Tenía que hacer un gol. Dominaba la pelota, pero no conseguía llegar hasta la portería local con peligro de manera continuada. Sí parecía que tenía un puntito más de fuerza que los rojillos, aunque no se notaba incómodos a los pupilos de Eduardo Arévalo. Y cuando llegaba con claridad el equipo pacense, Txerra desbarataba sus opciones como ya hiciera en el partido de ida.

Apenas contaba el Calahorra con el balón en sus pies. No lo quería. Para qué. Su tarea era defender el resultado hasta el final. Una y otra vez, lluvia mediante, la zaga rojilla despejaba como si le fuera la vida en ello cada balón. Realmente le iba la vida en ello. Hasta que en el minuto 70, Joselu cae en la frontal del área y el colegiado pita falta. Desde la esquina, Ruano golpeaba con la suavidad y la efectividad que merecen un tiro libre en un playoff. Al centro, fuerte y golpeando en el larguero. Para dentro. 1-1.

Tocados los locales y por la superioridad mostrada por el Badajoz, no le costó a los visitantes hacer el segundo. Tan sólo siete minutos más tarde, una vez abierta la lata, Gabri corría desde la línea de tres cuartos hasta internarse en el área rojilla sorteando defensas. Uno y dos. Asistencia a Joaqui y gol. 1-2. Una sentencia que se empezaba a confirmar. Drama calagurritano.

A partir de entonces, las pérdidas de tiempo que antes eran riojanas se convirtieron en extremeñas. Y el partido, en un pequeño correcalles donde el Calahorra intentaba sin éxito imponerse al Badajoz. Ni fútbol ni dominio. El marcador le condenaba a marcar dos goles, mientras el conjunto extremeño era el que en ese momento no sufría. El meta Nico Moncloa vivía sin presión hasta el final del partido, donde los extremeños festejaban aquello que tanto ansiaban los riojanos.

No pudo ser. Incapaces de hacer ni una ocasión desde que Ruano anotó el primer tanto visitante, los calagurritanos estaban condenados una temporada más a visitar los campos del Grupo XVI de Tercera División.

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