La Rioja

La segunda edición de ‘Valvanera Camina’ ya tiene fecha: 12 de mayo de 2018

El prior del monasterio de Valvanera, Josep María Sanromà, ha anunciado que la segunda edición de la marcha ‘Valvanera Camina’ se realizará en la noche del 12 al 13 de mayo de 2018. “Estoy seguro de que hay que limar muchas cosas, aportar nuevas ideas, recibir y anotar todo tipo de sugerencias para que el próximo año todavía sea mejor”, ha señalado en una carta, resaltando que ya se han puesto manos a la obra para repetir el éxito cosechado el pasado mes.

“Los caminantes, auténticos protagonistas de la misma, están más que satisfechos. Primero por recuperar esta romería y segundo porque la organización, en la que tú eres parte implicada, ha sido satisfactoria para todos”, ha indicado a las empresas e instituciones que han colaborado con la misma -NueveCuatroUno entre ellas-.

La edición 2017

Valvanera Camina (carta aparecida en el Boletín Oficial del Santuario de Nuestra Señora de Valvanera – Junio de 2017 – Número 318)

Sí, desde ese día de gracia perdido en la niebla de nuestra historia, en que la oración confiada de un pobre campesino arrodillado al lado de la yunta de bueyes e ignorante de las malas intenciones de Nuño el de Montenegro, provoca sin él saberlo, que aquel que era prisionero del egoísmo y de la violencia se dé cuenta de lo absurdo de su vida y acepte que su conciencia le dicte cambio de rumbo.

En el retiro de la cueva de Trómbalos Nuño será objeto y blanco de la misericordia divina; de ladrón despiadado a mendigo penitente, sino de su sustento ciertamente de la piedad de las gentes que verán asombrados al bandido sin entrañas convertido en orante ermitaño. Tiempo al tiempo, todos tenemos derecho a cambiar, para Dios no hay nada imposible; si el ladrón arrepentido mereció entrar con Jesús en el Paraíso, también Nuño podía convertirse de su pasado y merecer gracia ante Dios para reconocer el error de su vida, y así con una gran dosis de humildad, por no de decir de humillación de su orgullo pasado, ir transformándose en “pobre de espíritu”.

Muchas horas de oración, más que de austeridades, que también las hubo; momentos de dolor por la muerte del hijo despeñado en el Najerilla y gran confianza en la misericordia divina pueden cambiar el corazón más endurecido, y así sucedió con nuestro Nuño hasta merecer la llamada a ponerse en camino: “Ve al Valle de las venas… yo te guiaré…” para encontrar a la que sería nuestra Madre y Patrona; y desde entonces Valvanera camina.

El primer peregrino encaminado hacia la que sería advocada como “sol de la Rioja” fue el mismo que la halló, pues todo peregrino a lo largo de los siglos no es sino alguien que sale de su hogar en busca del lugar santo donde expresar su fe, su devoción, su piedad y donde dejar sus penas y preocupaciones al pie de Aquel o Aquella a quien se venera. Se llegue a pie, en coche o en bus; como romero, visitante o turista, el santuario no cambia y se ofrece como “lugar de encuentro”, en nuestro caso con la Madre que nos ofrece el fruto bendito de sus entrañas, Jesús, que bendice a todo aquel que, con corazón arrepentido se acerca a él. Valvanera es desde sus inicios lugar de encuentro con la misericordia, atraídos por la presencia de María, refugio de los pecadores, consuelo de los penitentes, esperanza de los pobres.

La naturaleza y el paisaje donde se encuentran muchos de los antiguos santuarios y ermitas es también un elemento que impacta y desborda al peregrino o al visitante, provocando en su interior un sentimiento de pequeñez y que de alguna manera le pone en sintonía con el Creador. Así esa naturaleza que antiguamente era objeto de adoración, se convierte ahora en ayuda para la expresión de la fe, moviendo al peregrino en su interior y preparándolo para encontrarse con la presencia divina que le sale al encuentro.

Todo aquel que acude al Santuario, es al mismo tiempo visitante y visitado, pues el lugar sagrado se convierte en espacio de encuentro mutuo; María visita y saluda desde su trono a quien viene con fe, con admiración, o con curiosidad, ofreciéndole el que debe ser objeto de atracción y de adoración. María queda siempre humildemente en segundo plano. Ella es la “presentadora” de la vida nueva, Jesús el Cristo; ella le hace de “trono”, de “sitial” para ofrecerlo al mundo. María es pues la que nos lo ofrece, nos lo pone ante nuestra mirada; es intercesora, VALVANERA CAMINA intermediaria y consejera, modelo de fe y todos esos atributos que le cantan las letanías para expresar de manera popular y sencilla que es más que nosotros y que por eso confiamos en ella. No deberíamos olvidar nunca la famosa frase de María en las bodas de Caná: “haced lo que él os diga”, porque esa puede ser la puerta o el inicio del camino hacia el encuentro con el Señor, objetivo último de todo santuario como lugar sagrado de encuentro con Dios.

Fijémonos en las palabras con las cuales le rezamos a María en Valvanera:

Sol de La Rioja, vida del pueblo, fortaleza de su esperanza, llama de su caridad.

María es como el sol porque ilumina nuestra vida cristiana con su ejemplo de creyente, “María guardaba todo en su corazón y lo meditaba”, “mi madre y mis hermanos son los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen”, ese es el verdadero cristiano que María nos invita a ser. María nos aconseja hacer lo que Jesús nos dice; María nos atrae hacia aquel que es “el sol que viene de lo alto” y que nos dice “Yo soy la Vida”, “Yo soy la luz del mundo”. María es la vida del pueblo, si el pueblo se convierte a esa vida que ella nos ofrece y que se llama Jesús. María es fortaleza de la esperanza del pueblo si cada uno de nosotros vive su fe en la oración, la eucaristía, los sacramentos, que sustentan nuestra esperanza de paz, de plenitud, de felicidad, de eternidad. “Quien cree en mí vivirá para siempre”. De María no recordamos su muerte sino su “Asunción” los occidentales, como su pascua; o para los orientales su “Dormición”. María es la llama de la caridad del pueblo cuando éste, por devoción, la imita en el amor, y se convierte así en imagen de Jesús.

Roble de firmeza en el combate y descanso en la fe.

Uno es firme en el combate cuando cree en aquello por lo que lucha y cuando confía en aquello en que cree. María no es feliz porque sí, sino porque ha creído, “feliz tú, aquello que has creído se cumplirá” y esa fe la mantiene en su lucha interior al lado de Jesús muchas veces sin comprender, pero creyendo. En todos los momentos de la historia también ahora hay luchas que solo uno sabe, pero qué diferencia entre luchar con las únicas propias fuerzas o luchar con la fuerza de la fe. Decía Jesús “venid a mí tolos los cansados y angustiados, yo os haré descansar”. La fe es descanso porqué nos ahorra creer en nosotros y nos ofrece de creer en Jesús a quien María acompañará hasta el pie de la cruz.

Fuente de Bendición sobre almas, cuerpos y campos de La Rioja

La esperanza no se improvisa, es el resultado de la fe vivida cada día, en buenos y en no tan buenos momentos. María es fuente de bendición para el pueblo que la tiene por patrona si éste, siguiendo su ejemplo y consejo, no abandona el cayado de la fe. Fe que va a mantener en pie el santuario de la Patrona, porque los santuarios se sostienen gracias a la devoción del pueblo. Si el pueblo con sus romerías mantiene la fe, la esperanza y la caridad, entonces es como un panal donde todos como las abejas, trabajan para un mismo fin, mantener la fe, trasmitirla y contagiarla a las generaciones más jóvenes.

A lo largo de la historia los santuarios han pasado por momentos de grandes dificultades, tampoco Valvanera se ha librado de ellos, pero siempre han salido adelante gracias a la devoción y a la fe del pueblo. Fue gracias a la devoción a María que un tal Tiburcio a finales del s. XIX y después de los años de abandono del santuario dio los primeros pasos para su restauración. Generaciones de monjes han dejado su huella y su vida para custodiar la Santa Imagen y promover, acompañar y mantener esa devoción del pueblo hacía ella. Es esa fe del pueblo que hace de Valvanera una realidad viva y gracias a esa fe -Valvanera camina-.

Al ponerle este título a la nueva edición de la caminata popular al santuario hemos querido enriquecer su contenido con la dimensión del peregrinaje, sin que por eso se excluya a nadie. Valvanera camina quiere ser patrimonio de todos aquellos que se sienten cercanos e identificados con este lugar de encuentro, estandarte Riojano, santuario de la Patrona, foco de espiritualidad de nuestros antepasados que queremos que continúe trasmitiendo sus valores originales y primigenios, a las generaciones futuras. Todos y cada uno, con su aportación y su personal devoción, hacen posible que Valvanera continúe caminando.

El día siguiente de la caminata y aprovechando la ocasión de este Boletín, queremos expresar nuestro agradecimiento a todos aquellos que habéis participado en la primera edición del “Valvanera Camina”, de un modo especial a todos los que con vuestra colaboración y trabajo lo habéis hecho posible. Esperamos saber mejorar lo que sea necesario, en bien de todos.

Para el próximo año, guardaos ya la fecha, 12-13 de Mayo de 2018.

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