El salón Luis Aragonés de la Ciudad del Fútbol de Las Rozas ha acogido esta tarde el sorteo correspondiente a las semifinales del ascenso a Segunda B. El Calahorra se enfrentará al CD Laredo, tercer clasificado del grupo cántabro, disputándose la ida este fin de semana en San Lorenzo y la vuelta en La Planilla la semana siguiente. Por su parte, el Náxara ha resultado emparejado con el Villarrobledo, tercer clasificado del grupo manchego. La ida también será fuera de casa (Nuestra Señora de la Caridad o ‘El barranco del lobo’, como se le conoce popularmente) y la vuelta en La Salera.
Un rival en racha
Dura piedra de toque la que le ha caído en suerte al Calahorra. El Laredo, tercer clasificado del grupo cántabro, saca petróleo del Emilio Amavisca, donde no pierde desde el pasado 16 de octubre. Sus números como local asustan: once victorias, cinco empates y tres derrotas para el equipo que dirige José Gómez.
Lejos de casa, aunque su rendimiento baja sensiblemente (diez victorias, cuatro empates y cinco derrotas), el equipo cántabro ha ido de menos a más durante la temporada y no pierde en temporada regular desde el pasado 29 de enero. Sin embargo, para eliminar a su rival en la primera ronda del playoff (el Utebo aragonés), el rival del Calahorra puso a prueba los desfibriladores de su parroquia, pues hasta el minuto 94 y de penalti no logró el tanto que le daba la clasificación.
Este GOL en el 95′ permite al @CDLaredo entrar en el bombo de mañana. ¡Final de INFARTO en Utebo! ¡🙉! ¡¡ENHORABUENA charles!! ¡👏🏻!🔴🔴 pic.twitter.com/N3yt4w69Oq
— FCF (@fcf_es) 28 de mayo de 2017
El primero de los enfrentamientos de esta eliminatoria se disputará en el Emilio Amavisca, no demasiado lejos para la afición rojilla, que deberá recorrer 236 kilómetros (y otros tantos para regresar) para empujar a su equipo.
El presidente del Calahorra, Tomás Lorente, ha señalado desde el propio salón Luis Aragonés que la eliminatoria “me da buenas sensaciones en cuanto al desplazamiento, que es lo que pedimos todos los clubes por el tema económico y para que se puedan desplazar nuestros aficionados”. Respecto a la repesca, el máximo dirigente rojillo ha subrayado que “es el premio que tenemos ahora, podernos reenganchar por el camino largo; ahora otra vez con ilusión de volver a vivir una nueva final y eso pasa por eliminar al Laredo”.
La boca del lobo
A priori, podría decirse que el Náxara ha tenido buena suerte en el sorteo de esta segunda ronda. O, al menos, que podría haber sido peor la cosa. A los blanquiazules les ha correspondido uno de los únicos cuatro terceros clasificados que quedaban en el sorteo tras los emparejamientos de los campeones de grupo. No obstante, no merece la pena lanzar las campanas al vuelo, porque el Villarrobledo se las trae.
Los números del equipo manchego en su estadio (Nuestra Señora de la Caridad o ‘El barranco del lobo’, como prefieran) hablan de un conjunto rocoso como pocos: doce triunfos, seis empates y una sola derrota en los 19 partidos de la fase regular. A esta estadística añádanle un detalle. Esa única derrota la cosechó el Villarrobledo en su último encuentro como local, cuando ya contaba con la clasificación en el bolsillo.
Lejos de su localidad, el Villarrobledo acumula siete victorias, otros tantos empates y cinco derrotas. En la primera ronda del playoff, los manchegos usaron el factor cancha para voltear (y de qué manera) el 2-1 que le había endosado el Cortes en Navarra. Este pasado fin de semana, 3-0 y que pase el siguiente, véase, el Náxara.
El primero de los encuentros de esta eliminatoria tendrá lugar este fin de semana en Villarrobledo (a 537 kilómetros de Nájera), mientras que el desenlace queda para La Salera. Ojalá que con el mismo final que en el cruce contra el Mar Menor.
