Mucho se ha escrito y hablado sobre la violencia en el deporte durante los últimos meses. Ha sido, incluso, uno de los temas analizados en profundidad en las Mesas del Deporte que celebra mensualmente NueveCuatroUno en el Hotel Gran Vía.
Este martes, el Gobierno de La Rioja ha dado a conocer las conclusiones del ‘Estudio de la violencia en el deporte riojano’, elaborado por el grupo de investigación ‘Afydo’ de la Universidad de La Rioja y en el que se arroja que solo en el 9,18% de los casi 70.000 encuentros analizados durante las últimas cinco temporadas (de la 2011-2012 a la 2015-2016) en 36 modalidades deportivas se registraron actitudes o comportamientos violentos.
La presentación del estudio, a la que ha acudido una amplísima representación del deporte de base y profesional de la región, no ha dejado indiferente a nadie, gracias a conclusiones como cuando las investigadoras señalaban que a lo largo de estos cinco años no han encontrado “ningún registro de comportamiento violento por parte de los espectadores”. Y eso que en el ámbito metodológico se catalogan como actitudes violentas aspectos tales como las protestas a los colegiados.
Durante el turno de preguntas ha sido este el aspecto en el que más han incidido los representantes del deporte riojano. Incrédulas, las personas que han tomado el uso de la palabra han cuestionado esta conclusión y las investigadoras han defendido el “rigor científico” que ha regido su estudio, explicando que las referencias que han tomado para evaluar los datos son las actas arbitrales facilitadas por las 34 federaciones y seis delegaciones consultadas desde la Universidad como fuente primaria.
En una simple búsqueda (apenas nos ha llevado unos minutos entre Google y esta web), encontramos los siguientes titulares de la temporada pasada en los que se han visto involucrados espectadores, sin contar otros incidentes con jugadores implicados:
- Los árbitros riojanos, cada vez más al límite de su paciencia. (10 de febrero de 2016)
- Denunciado un padre por escupir e intentar agredir a un árbitro de 16 años. (15 de enero de 2016)
- Agreden al árbitro en el Berceo-Vianés B. (16 de enero de 2016)
- Un espectador agrede a un jugador en el Agoncillo – Villegas. (14 de febrero de 2016)
A la presentación de estas conclusiones ha asistido el propio presidente del Gobierno regional, José Ignacio Ceniceros, quien ha insistido en que “el deporte riojano goza de buena salud”.
Las conclusiones del estudio
De la cuantificación y análisis de las manifestaciones violentas registradas, el estudio (PDF completo) señala que el 90,81% de los encuentros no registró ninguna conducta violenta y solo se han registrado este tipo de situaciones en cinco de las 36 actividades deportivas estudiadas.
Entre fútbol y fútbol sala aglutinan casi la totalidad de conductas violentas registradas (99,4%), el 90,1% en fútbol y el 9,3% en fútbol sala. Las otras prácticas deportivas que identifican algún acto violento son balonmano (0,4%), baloncesto (0,1%) y rugby (0,1%).
El 43,70% de los encuentros analizados de fútbol y el 32,47% de los de fútbol sala registran conductas violentas, frente al 5,92% de los de rugby, el 4,85% de los de balonmano y el 0,23% de los de baloncesto.
En este sentido, cabe destacar que más de la mitad de las conductas violentas registradas (el 54,68%) se concentran en solo el 2,72% de los encuentros.
Ocho de cada diez conductas violentas son gestos de agresividad, provocación o trato vejatorio (81,2%), cometidas principalmente por hombres (el 98,6%) que es además jugadores (el 95,1%). Solo el 2,8% vienen de personal del cuerpo técnico y el 2,1%, de los delegados de campo. Entre los más de 70.000 encuentros estudiados no hay evidencia de conductas violentas cometidas por espectadores, cuerpo sanitario o directivos.
En cuanto a las categorías, más de la mitad de los episodios estudiados se concentran en la categoría senior (51,8%), mientras que una de cada cuatro se producen en juvenil/junior (25,7%).
El estudio
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