El Rioja

La Casa del Vino realiza un informe preliminar sobre la helada en Rioja Alavesa

La Casa del Vino realiza un primer análisis sobre la helada, pero aún habrá que esperar una semana para conocer su alcance real

El departamento de Agricultura de la Diputación Foral de Álava ha llevado a cabo un análisis preliminar del estado del viñedo alavés tras la helada que tuvo lugar en el territorio durante la madrugada del pasado 28 de abril. Desde Agroseguro se están planificando los trabajos de peritación para agilizarlos al máximo, si bien recuerda esta entidad que es importante que los asegurados remitan las declaraciones de siniestros a medida que vayan observando los daños. La Asociación de Bodegas de Rioja Alavesa (ABRA) quiere que se declare zona catastrófica las hectáreas de viñas afectadas.

Los técnicos de la Casa del Vino de Laguardia han realizado este martes una primera incursión en las plantaciones de vid en Rioja Alavesa para concluir que, en una exploración inicial, “la zona más afectada parece situarse en el área más occidental de la comarca, desde Labastida hasta Elciego, con daños muy significativos además en Leza, Navaridas, Samaniego, Villabuena y Baños de Ebro. En localidades como Lapuebla, Laguardia, Lanciego y Elvillar los daños son aparentemente menores y tienen mayor incidencia en parcelas de fondo de los valles y hondonadas”.

El diputado alavés de Agricultura, Eduardo Aguinaco, ha vuelto a insistir en la necesidad de supervisar el terreno durante los próximos días para conocer de manera más concreta la evolución del viñedo, un punto de vista que comparte la Casa del Vino.

“El alcance y magnitud será objeto de valoración en los próximos días una vez que se realicen inspecciones sobre el terreno en toda la comarca y se pueda apreciar el comportamiento de la planta. En 7 o 10 días, en función de las condiciones de las distintas zonas y parcelas, se podrá hacer una estimación más precisa, no solo sobre las pérdidas sino también sobre el potencial de producción”, han señalado.

El informe

El descenso de temperatura por debajo de los 0º C en Rioja Alavesa, lo mismo que en buena parte de Rioja Alta, ha ocasionado daños en buena parte del viñedo Alavés, cuyo alcance y magnitud será objeto de valoración en los próximos días una vez que se realicen inspecciones sobre el terreno en toda la comarca y se pueda apreciar el comportamiento de la planta. En 7 o 10 días, en función de las condiciones de las distintas zonas y parcelas, se podrá hacer una estimación más precisa, no solo sobre las pérdidas sino también sobre el potencial de producción. De momento se puede adelantar lo siguiente:

A priori, los condicionantes que han marcado este accidente climatológico son: primero, la intensidad de la helada, con descensos de temperatura por debajo de los -3ºC en algunos casos y, segundo, el avanzado estado vegetativo de la viña en el momento de la
helada.

Las elevadas temperaturas de final del invierno y del principio de primavera habían propiciado un desarrollo muy adelantado en la generalidad de los viñedos. Muchos viñedos se encontraban en el ciclo que denominamos fenológico, con “Racimos extendidos” (estado E) y “racimos visibles” (estado F), más propios de mediados de mayo que de finales de abril.

Por otra parte la sequía que se ha acumulado durante el invierno, con precipitaciones muy por debajo de las habituales en esta época del año, dan como consecuencia una mayor debilidad de la planta para soportar situaciones de estrés.

Como adelanto de los futuros informes que se vayan realizando, se puede decir que la zona más afectada parece situarse en el área más occidental de la Comarca, desde Labastida hasta Elciego, con daños muy significativos además en Leza, Navaridas, Samaniego, Villabuena y Baños de Ebro. En localidades como Lapuebla, Laguardia, Lanciego y Elvillar los daños son aparentemente menores y tienen mayor incidencia en parcelas de fondo de los valles y hondonadas.

Recomendaciones

El grado y magnitud de afección de cada viñedo será consecuencia de la localización y del grado de intensidad de los factores antes enunciados, de las condiciones meteorológicas que se presenten hasta la vendimia y de las labores culturales y tratamientos que el viticultor realice.

Cabe recomendar en primer lugar, no actuar sobre la vegetación hasta que veamos el alcance y la evolución (aproximadamente 7 días), y que se haya peritado la viña en caso de que se disponga de seguro.

Las recomendaciones iniciales generales son las siguientes:

  • Si el pámpano está afectado en su totalidad, dejarlo, caerá solo.
  • Si la afección no llega a todo el pámpano y los racimos están bien, tampoco en este caso habría que hacer nada.
  • En las viñas jóvenes que no hayan entrado en producción, que tengan los ápices de pámpano helados, podar la yema ciega para poder sacar de ella un sarmiento que nos permita formar de nuevo la cepa.
  • Si se tiene la seguridad que los racimos están dañados es recomendable llevar a cabo la eliminación de los mismos y hacerlo con minuciosidad para no dañar la yema de la base del pámpano. Conviene eliminar esos brotes cortando con tijera y dejando un tocón verde de uno o dos centímetros en el brote dañado.
  • Si existe posibilidad de regar, una aportación de agua ayudará a la planta a superar la situación de estrés, a la brotación de aquellas yemas que no han sido dañadas, así como a la hidratación de los tejidos verdes que hayan quedado vivos.
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