El Rioja

El paso del Stelvio ‘marida’ en La Rioja un Alfa Romeo, el vino, la gastronomía y el ciclismo

Íñigo Nagore, consejero de Agricultura; Manuel García, enólogo de Bodegas Mazuela; y José Mari Cabrero y Rafael Serrano, de Rotonda Motor

El Giro de Italia conoció el espectacular paso del Stelvio -segundo más alto de Europa para automóviles con 2.757 metros de altitud- en 1953. En la etapa de aquella edición, Fausto Coppi venció al suizo Hugo Koblet pedaleando por las 88 curvas ‘tornanti’ -en forma de U- del coloso alpino para pasar a la historia del ciclismo italiano y mundial. Prácticamente nadie tenía noticias de su magnitud hasta entonces, ya que la carretera llevaba creada más de cien años (desde 1820), cuando el Imperio Austriaco decidió conectar por esa zona la Lombardía con el resto del imperio.

Seguramente aquella decisión de la organización del Giro de Italia no fue casual sino algo premeditado al pensar en las espectaculares pruebas deportivas que allí se podían albergar, pero la vida tiene mucho de imprevisto y el destino va poniendo diferentes piezas allí donde se le antoja sin un criterio de decisión claro. Quizás por eso se encontraron Rafael Serrano, gerente de Rotonda Motor (Avenida de Mendavia, 16, Logroño), y Manuel García, enólogo de Bodegas Mazuela (Cenicero). Uno apasionado de los coches y otro apasionado del ciclismo.

Al tiempo que Alfa Romeo lanzaba su modelo ‘Stelvio’, esta bodega riojana también sacaba al mercado dos vinos, uno tinto y otro blanco, con el mismo nombre. “Decidimos entonces hacer un maridaje para presentar el coche, algo especial, ya que ambos son muy elegantes y se salen de las líneas más clásicas”, señala Manuel, al tiempo que Rafael Serrano destaca que han querido “unir fuerzas y sinergias” para dar a conocer la nueva apuesta fuerte de Alfa Romeo, su primer SUV -también conocidos como todocamino- con un diseño marcadamente italiano.

Rafael Serrano, gerente de Rotonda Motor, con el Alfa Romeo Stelvio en una viña de Cenicero. | Foto: Riojapress

“Está inspirado en una de las carreteras más emocionantes del mundo”, indica Rafael Serrano, quien explica que por eso el Alfa Romeo ‘Stelvio’ tiene un paso por curva tan seguro: “Probarlo en el puerto de Piqueras, por ejemplo, es un placer de conducción. Tiene un confort impresionante”. Con un carácter marcadamente Ferrari -ha supervisado el diseño del motor- en sus modelos más potentes (sobre todo por la relación peso-potencia) como los que cuentan con 510 y 280 CV, se puede equiparar a los modelos Q5 de Audi o X5 de BMW.

Y para contar todas las bondades de este nuevo coche que Alfa Romeo ha puesto en el mercado, qué mejor lugar que una bodega en Cenicero de un apasionado del ciclismo a 1.600 kilómetros del paso que da nombre tanto al coche como a los vinos que se van a degustar durante una cata.

Manuel García (Bodegas Mazuela) imparte la cata de vinos durante la presentación del Alfa Romeo Stelvio. | Foto: Riojapress

Primero fue el Imperio Austriaco quien descubrió el Stelvio, luego el Giro de Italia, más tarde Alfa Romeo y, por último, para dar nombre a un vino, Manuel García jugando con su primo. O en realidad él no descubrió nada y todo llegó de casualidad. Comenzó haciendo vino en diez barricas de roble francés nuevo y ha acabado montando una pequeña bodega en Cenicero donde hace los caldos que a él más le gustan, tras pasar catorce años en otras diferentes compañías de la Denominación de Origen Calificada (DOCa) Rioja.

Con 20.000 kilos de uva de una viña en Hormilla, recogidos en cajas (de una cosecha total de 200.000), desgranados a mano prácticamente la mitad, nacen 20.000 botellas de ‘Stelvio’ para formar un vino que “respeta la tradición desde la modernidad” y que fermenta siempre a baja temperatura en tanques de hormigón -alrededor de 35 días-, prensado, pisado y prácticamente sin remonte ni aireación.

Foto: Riojapress

Esa ‘receta’ de Manuel García, cuenta durante una cata en la que una sardina con crema de queso y crema de tomate y una cecina hacen de acompañantes, sirve para hacer un ‘Stelvio’ blanco “muy seriote” (70% de malvasía y 30% de sauvignon blanc), donde se ha intentado dar un toque de golosidad sin perder la seriedad en boca para respetar los valores del Rioja. “Es un vino muy Alfa Romeo”, comenta, asemejando sus dos vinos al nuevo modelo de la marca italiana: “El tinto no pega el golpe de tempranillo o vainilla sino que busca narices más evolucionadas. Queda fino y elegante en boca”.

Foto: Riojapress

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