La Rioja

Una joven denuncia una agresión sexual en Pérez Galdós

Una joven logroñesa ha denunciado este jueves ante la Policía Nacional una agresión sexual sufrida el pasado miércoles por la noche (alrededor de las 22,45 horas) en la calle Pérez Galdós de la capital riojana, que no llegó a mayores porque en ese momento una mujer que caminaba por la misma acera se dio cuenta de la situación y había cerca una patrulla de la policía.

La presunta agresión ocurrió a la altura del número 47 de la misma calle, según la denuncia a la que ha tenido acceso NueveCuatroUno, cuando esta joven escuchó unos pasos, como si alguien se acercara corriendo por su espalda, aunque no le dio más importancia.

“De manera sorpresiva y sin darle tiempo a reaccionar, sintió como una persona le agarraba fuertemente con el brazo derecho el torso, a la altura de los senos, y seguidamente cómo con la otra mano le acariciaba fuertemente el pubis por encima del chándal durante, al menos, un minuto”, añade el escrito.

Esta situación, cuenta la denunciante, la dejó “completamente bloqueada” y no pudo reaccionar “por miedo a que esta persona pudiera provocarle algún daño desde sus espaldas”. En ese momento, prosigue en su relato, notó la erección de la persona que se le había acercado y el aliento en la parte izquierda de su cuello, para seguir introduciéndole la mano por debajo de la ropa interior.

Apareció entonces una mujer que caminaba por la misma calle, parándose a diez metros de donde estaban ocurriendo los hechos y dándose cuenta de lo que ocurría. A la vez, una patrulla de la policía pasó cerca del lugar y el presunto agresor huyó hacia la calle Chile, donde tanto la víctima como la citada señora le perdieron la pista.

Tanto la mujer como la joven no han podido aportar ningún dato físico de este varón, ya que ninguna de ellas pudieron ver bien al autor de los hechos. La única descripción aportada en la denuncia es que se trata de un hombre de complexión delgada y 1,70 metros de altura que vestía un chándal color gris moteado. Ni siquiera han podido conocer si tenía algún tipo de acento, porque el rijoso individuo en ningún momento pronunció una palabra.

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