La Rioja

Un empresario atribuye el derribo de su bodega en Briñas a represalias políticas

Tomás Baños responsabiliza a Alfonso Alonso del derribo de su bodega y lamenta la falta de apoyo del expresidente riojano Pedro Sanz

Rencillas familiares, amenazas, denuncias en el Juzgado, coacciones, insultos… situaciones habituales en las pequeñas localidades cuando las relaciones entre vecinos van deteriorándose con el paso del tiempo. A veces no se sabe muy bien cuándo empezó el problema, pero el odio visceral lleva a decisiones que el resto vislumbra como pataletas ahorrables en aras de la convivencia. “Me están haciendo la vida imposible”, afirma tajante Tomás Baños Alarcia, propietario de la Bodega ‘Heredad Baños Bezares’ en Briñas, sobre la que pesa una orden de demolición de 2009 por una irregularidad urbanística y que derribará esta primavera.

Todo comenzó por una simple multa, pero la Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de La Rioja dictó una sentencia el 28 de diciembre de 2009 por la que ordenaba cumplir la Resolución de la Directora General de Política Territorial, de 15 de enero de 2007: la demolición de la construcción por no constar del retranqueo necesario. Tomás Baños asegura que en ningún momento le plantearon esa exigencia y le fueron concedidas todas las licencias, tanto para las construcciones como para la bodega, sin problema alguno.

Este vecino de Vitoria atribuye la decisión final del derribo de su bodega a represalias políticas por una denuncia que realizó hace varios años, cuando trabajaba en la empresa Gas Natural de Álava (Gasnalsa), en la que acusó a un compañero de recibir mordidas a cambio de contratos, así como de uso fraudulento del dinero de la compañía. La acusación la hizo ante el ahora presidente del PP del País Vasco, Alfonso Alonso, por aquel entonces dirigente de Gasnalsa.

Desde aquel momento, comenta, su vida y la de su familia se ha convertido en un calvario por las continuas zancadillas ante cualquier paso que intentan dar, fueran estos personales o profesionales. Y las obras en su bodega y su vivienda, otro punto más con el que hacerles daño, aunque el compañero denunciado nunca haya sido directamente el que ha perjudicado a la familia de Tomás Baños. Según la versión de este bodeguero, siempre ha actuado a través de terceros como los vecinos de Briñas, donde cuenta con una casa y familia, gracias a una extensa red de contactos y su buen don de gentes.

cuadro-casa-brinas-bodega-heredad-banos-bezares

Imagen de la casa cuando aún no tenía construida la bodega junto al camino

“El señor Alonso nunca ha querido darme ningún tipo de información. Ni siquiera me ha dicho el porqué”, recuerda Baños, quien ha enviado varias cartas al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, para ponerle al corriente de su situación y buscar ayuda en alguien en quien confía como simpatizante del Partido Popular. No ha sido esta la primera vez que este bodeguero ha buscado ayuda en las altas instancias, ya que incluso mantuvo hace tiempo una reunión con el expresidente riojano Pedro Sanz en la que, asegura, le dijo que no se preocupara.

“Me dijo que todo se solucionaría afirmándome que él tenía una casa construida de manera ilegal”, comenta, poniendo el acento en que más tarde leyó en Interviú cómo el problema de Sanz se iba a solucionar con la aprobación del Plan General Municipal de Villamediana y el suyo quedaba en el limbo: “Le pregunté la razón por la cual no se preocupó en ningún momento de mi caso pero sí solucionó el suyo y su reacción fue echarme del despacho señalando que no tenía nada más que decirme”.

NueveCuatroUno ha intentado buscar la versión de Pedro Sanz, pero éste ha rehusado hacer declaraciones sobre este asunto. El que sí ha respondido a las misivas de Tomás Baños es el Departamento de Comunicación con los Ciudadanos del presidente del Gobierno, quien señala que entienden su malestar, pero que se debe cumplir la ley.

LA DEMOLICIÓN

Se tenía que haber ejecutado en 2009, pero la familia pidió una prórroga para buscar una alternativa y ganar tiempo: la ejecución será esta primavera tras haber perdido ya toda esperanza en varias apelaciones que no han prosperado. La propuesta realizada por la familia de Baños sugiere que se realice una demolición parcial, la cual consiste en derribar la parte de la bodega que invade los 7,50 metros del retranqueo mínimo, y la edificación restante modificar el uso, adaptándolo este a uso garaje y trastero ligados a la vivienda existente en la parcela.

De considerarse que la única forma de cumplir la sentencia es el derribo integral de la bodega, argumentan, surgiría un supuesto de inejecución material al no poder derribar, ni restaurar sin afectar a la vivienda ni al resto de la parcela, la cual sí está amparada en una licencia, por lo tanto el derribo íntegro excedería de lo ordenado.

Subir