Atención, Peatón

Logroño registró más de dos atropellos por semana a lo largo del pasado año

“Miro a la izquierda, miro a la derecha… ¿No viene ningún coche? Vale, cruzo”. Son las indicaciones básicas que recibe cualquier escolar que empieza a hacerse con cierta autonomía en la vía urbana y que, visto lo visto, deberían tener muy presentes los vecinos de Logroño sin excepción. Tampoco está de más que repitan la operación varias veces antes de poner un pie en la calzada.

Porque la capital riojana registró el pasado año casi 130 atropellos en sus calles, esto es, dos cada semana o uno cada tres días, a gusto del consumidor. El servicio de coordinación de emergencias SOS Rioja hizo públicos a lo largo del pasado curso cien de estos atropellos. Una cifra redonda que desde el Ayuntamiento elevaban a 122 con fecha 16 de diciembre. Desde entonces impera el silencio administrativo en el Consistorio, que se remite a avanzar que a principios de la próxima semana hará público un balance estadístico acompañado de una campaña de sensibilización peatonal y un paquete de medidas para poner freno a la oleada de atropellos.

¿Cuáles fueron las zonas con mayor riesgo a la hora de cambiar de acera? Con los datos de SOS Rioja en la mano, la palma se la lleva la Avenida de la Paz. Hasta ocho peatones pusieron rumbo a la enfermería cuando solo querían cruzar la calle, casi el doble de los registrados en Marqués de Murrieta y Madre de Dios (cinco atropellos). Le siguen como ‘puntos negros’ la calle Piqueras (con cuatro, uno de ellos fatal) y el conjunto de Pérez Galdós, Avenida de Madrid, Avenida de Colón, Chile, Huesca, Club Deportivo y Gran Vía (con tres incidencias en cada uno de ellos).

No solo hubo ‘zonas negras’ durante el pasado año. Echando un ojo al registro estadístico, también hubo jornadas especialmente accidentadas, como el 5 de febrero (con tres atropellos) y otras ocho fechas en las que la ambulancia hubo de realizar dos salidas por esta causa.

Por desgracia, en dos ocasiones no fueron suficientes las atenciones de los facultativos y los atropellos derivaron en fatales. Ocurrió el 13 de febrero, cuando perdía la vida un varón de 81 años en la calle Piqueras, y el 7 de diciembre, cuando una mujer de 88 años fallecía horas después de ser alcanzada por un vehículo en la calle Somosierra.

Sin embargo, las personas mayores -pese a lo que se podía presuponer- no fueron el colectivo más afectado por los atropellos el pasado año. No, al menos, el de mayores de 75 años, con once accidentes registrados, ya que le superan el de personas de entre 55 y 74 años (diecinueve atropellos) y el de menores de edad (con diecisiete). Las personas de entre 35 y 54 años fueron las menos afectadas por este tipo de incidencias, con quince alcances registrados en 2016.

Mientras llegan las anunciadas medidas para que estas estadísticas queden como un vago recuerdo del pasado, no está de más que todos recordemos el método para evitar el sobresalto: “Miro a la izquierda, miro a la derecha,… ¿No viene ningún coche? Vale, cruzo”.

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