El Sereno

El paseo de las diez tiendas

Recuerdo que allá por el año 1994, siendo alcalde de la ciudad Manolo Sáinz y concejala la desaparecida Pilar Salarrullana, los vecinos de la zona de Calvo Sotelo y alrededores se pusieron en pie de guerra y las caceroladas y los crespones negros en los balcones eran frecuentes. Su queja, que la peatonalización de las calles iba a traer consigo, aparte de la evidente desaparición de plazas de aparcamiento, la conversión del barrio en un gueto (sic).

Afortunadamente, los vecinos se equivocaron y no sólo vieron como comenzó a florecer un incipiente comercio en sus bajos sino que sus viviendas se vieron revalorizadas de una manera casi exponencial. Por supuesto, nunca dieron las gracias a la buena de Pilar.

Pero trece años más tarde, un hecho cambió completamente el rumbo de la zona: el parcial derribo y posterior abandono de lo no derribado del colegio de los Maristas. 1.500 alumnos, profesores, padres… dejaron de frecuentar aquel compendio de calles y el comercio empezó a notarlo. Los propietarios, acostumbrados a las vacas gordas, inflaron los precios de los locales, lo que unido a la estrepitosa bajada de las ventas debido a la escasa afluencia de gente hizo que las puertas fueran cerrándose poco a poco hasta encontrarnos con el panorama actual.

Hemos echado un vistazo al tramo de calle más afectado de todos, el de Calvo Sotelo entre Avenida de Colón y Juan XXIII.Vemos que varios de los comercios tradicionales de la zona resisten el empuje, como los veteranísimos Almacenes Rioja o las Gráficas Ugalde, que, si bien ni es un comercio al uso, es casi un emblema de la calle. También aguanta la cafetería Continental, uno de los pocos establecimientos que se beneficia de tener las oficinas del paro en la calle. La galería de arte Pedro Torres y una pequeña peluquería resisten también el embiste de los acontecimientos.

Pero a partir de ahí, la nada. O casi. Una ortopedia de reciente apertura, la veterana librería Hijazo en su nueva ubicación y el veteranísimo establecimiento de electrodomésticos Ramírez son los únicos oasis en un desierto repleto de carteles de inmobiliarias.

En la imagen, en rojo los locales cerrados y en verde los que permanecen. Paseo de las Cien Tiendas, lo llamaban… apenas diez sobreviven de casi 30 locales.

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