La Rioja

Engaño generalizado en la venta de ‘Valores Santander’ en Santo Domingo

La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y las fiscales de la Audiencia Nacional, Belén Suárez y Myriam Segura, según un informe que remitieron el pasado 9 de mayo al juez Ismael Moreno que instruye la causa penal contra Banco Santander por la comercialización en 2007 de los bonos convertibles (conocidos como Valores Santander), han señalado que en la oficina de Santo Domingo de la Calzada se cometieron irregularidades al vender el producto financiero antes de la fecha en que el folleto informativo fue aprobado por el regulador, según ha publicado Eldiario.es.

Las fiscales hacen especial referencia a la existencia de anotaciones manuscritas sobre los documentos originales, un engaño que fue generalizado al menos en la oficina de Santo Domingo de la Calzada, a cuyos afectados remiten directamente al Juzgado Decano de Haro, por ser el competente para determinar si hubo o no delito.

La abogada que representa a los demandantes de la oficina riojana, Gisela Bernáldez, ha aportado pruebas que muestran que los registros de las operaciones se realizaban con órdenes en firme, y en la Audiencia Nacional se comprobó que manualmente se alteraban las fechas, relata el citado diario digital. Dado que esta manipulación fue “generalizada” en esa sucursal, las fiscales piden trasladar este caso en bloque a los juzgados de Haro, mientras que para el resto la recomendación es de iniciar los procesos judiciales por separado.

 

VALORES SANTANDER

En el año 2007, con el objetivo de obtener financiación para la adquisición de la totalidad de las acciones del banco holandés ABN AMRO, el Banco Santander llevó a cabo una emisión de títulos que denominó ‘Valores Santander’, señalan desde Arriaga Asociados, para resaltar que la colocación del citado producto entre sus clientes se efectúa en un tiempo record.

“Tal es así, que se empieza a comercializar el producto cuando todavía no se había procedido a inscribir el Folleto Informativo en el Registro de la CNMV”, añaden, poniendo el acento en que, como argumento de venta, “los empleados de la sucursal ofertaban el producto como un préstamo que se formalizaba entre el cliente y la entidad bancaria para que esta última pudiera adquirir el banco holandés, a cambio de un atractivo interés, ocultando los riesgos inherentes al producto”.

Gisela Bernáldez explica que “la gran mayoría de compradores de Valores Santander eran particulares y jubilados sin perfil financiero y sin historial de inversión en productos de riesgo”. Numerosos suscriptores presentaron reclamaciones escritas el banco Santander con la esperanza de que recuperarían la inversión si argumentaban el error por la deficiente explicación, apunta en su página web, indicando que “en esas reclamaciones de los clientes se puede observar el nulo perfil financiero de los suscriptores, la urgencia con la que se realizaron las ventas, el carácter exclusivo con el que se ofrecía así como la garantía total de capital”.

“En casi todos los casos los clientes argumentan que nunca se les entregó ningún Triptico Informativo ni documentación adicional, y suscribiéndose las órdenes sin fecha cierta, con fechas manipuladas y sin la entrega de las copias a los suscriptores”, remata. Todo esto, argumenta, “se comprueba en los informes de la CNMV que remitía a los suscriptores que solicitaban su intervención, en los cuales concluye que: el banco Santander no evaluó previamente el perfil del cliente; no entregó información adecuada sobre los riesgos de la inversión; y la orden de suscripción fue firmada antes del registro de la emisión en la CNMV”.

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