Firmas

Unidos la hemos hecho. ¿Y ahora?

La Rioja cumple hoy 33 años. 33 años de desarrollo autonómico lejos, seguro, de los pensamientos más optimistas de aquellos que, finalizando los 70, se atrevían a pedir firmas por todos los rincones de la entonces provincia repartiendo pegatinas con el lema “Autonomía para La Rioja ¡Ya!”; o de aquellos que una noche del verano del 78 desplegaron la cuatricolor (ahora también la llaman roblanvera) por vez primera en un acto público, cómo no en un concierto de Carmen, Jesús e Iñaki. Al ver la foto no cuesta escuchar la canción que sonaba en aquel momento en el frontón de Huércanos y que es, por méritos propios, la banda sonora de la transición riojana.

33 años después La Rioja existe y es. Unidos, como reclamaba la canción, la hemos hecho. Nadie en este tiempo ha reclamado para sí o discutido en voz alta este territorio, seguramente porque lo que hace 33 años les parecía a muchos una locura, vivir en solitario y al margen de Castilla o de Navarra a pesar de ser diminutos,  se ha demostrado como la mejor de las opciones de futuro y desarrollo posible.

Llegados a este punto nos toca afrontar los próximos 33 años sabiendo qué es lo que queremos ser. Nos convendría saberlo para que lo construido en las tres últimas décadas y pico no se diluya como azucarillo en el agua. A finales de los 70 unos trovadores, mucho más que los reconocidos treintaydosantes –dicho sea con todos los respetos-, supieron vertebrar desde Alfaro hasta Foncea el sentimiento de la región. Hoy no se vertebra nada, no se riojaniza nada. La celebración de la fiesta del 9 de junio derivó en descentralizados programas de fiestas en los que lo más riojano son las cucañas, en un elitista acto en San Millán de la Cogolla a mayor gloria de los prohombres de la región y a espaldas de los verdaderos artífices, los riojanos, y en una gran oportunidad para escapar a Salou. Nada de una gran fiesta de La Rioja en la que se mezclen historia, cultura, artesanía, vino, deporte, folclore y… riojanos. Nájera actuó en tiempos como la gran anfitriona de este día. La recuperación de la celebración popular sería un extraordinario primer paso hacia los próximos 33 años.

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