Firmas

Urnas y fútbol

En este mes de mayo coinciden en el tiempo dos hechos sumamente relevantes para Logroño y La Rioja: las elecciones municipales y autonómicas y la posibilidad de que la Unión Deportiva Logroñés juegue la próxima temporada en Segunda División.

En el libro ‘¡Gol en Las Gaunas!’, de Javier Triana, publicado a finales de 2014, Agustín Abadía, que nunca ha dicho una palabra más alta que otra, es autor de una proclama que obliga a la reflexión: “A La Rioja, si se la conoce fuera, es por el vino. Porque ha tenido un auge fuera en los últimos veinte años que lo ha entendido perfectamente la ciudad, la región, el Gobierno…[…]. Pero hay un valor (y lo digo así, y habrá gente que podrá decir que soy un estúpido) que es el fútbol, que creo que no ha sido suficientemente agradecido. […] Y mucha gente La Rioja la ha conocido por el fútbol. Mucha gente. Y eso veo que no ha sido suficientemente valorado. O a mí, que soy parte interesada, me habría gustado que hubiera sido un valor de la ciudad, como lo es el Athletic para Bilbao o el Osasuna para Pamplona. Y me habría gustado que el Logroñés se hubiera convertido en eso”.

El lamento de Agustín, en el mismo libro queda claro que lo de ‘Tato’ es una invención madrileña, habría que repetirlo hasta la saciedad: el fútbol no ha sido lo suficientemente valorado. Donde pone fútbol póngase Logroñés y el resultado de la ecuación será mucho más certera.

Logroño, La Rioja, vive días de esplendor deportivo. El Naturhouse es el mejor equipo mortal de balonmano de España y ha traído la Champions League al Palacio de los Deportes. El Naturhouse es el mejor equipo de voley femenino de España, y lo acaba de demostrar por tercera vez. El Promete ha debutado esta temporada en la primera categoría del basket femenino. El Clavijo está muy asentado en la Adecco Oro, un peldaño por debajo de la ACB. El Sporting La Rioja acaba de quedar a las puertas del ascenso a la división de honor de balonmano femenino. Y además nos van a visitar los Hispanos, y nos han visitado la Copa del Rey de balonmano o la de fútbol sala y la Vuelta Ciclista a España y hemos estrenado Maratón, que Media se nos hacía poca y además para eso hemos sido Ciudad Europea del Deporte (bueno, una de las cuatro ciudades europeas del deporte que hubo en España el año pasado).

Sin ánimo de molestar ni a los del baloncesto, ni a los del balonmano, ni a los del ciclismo, ni a los atletas: todo el párrafo anterior tiene, siendo generosos,  la décima parte de repercusión de la que hubiese tenido tener a un Logroñés en Segunda División, ya no en Primera. La décima parte en repercusión mediática (de la audiencia de la etapa tostón de la Vuelta, por ejemplo, se valoró cada minuto emitido en televisión por parte del equipo de gobierno municipal), y la décima parte en repercusión económica. Lo bueno es que si lo juntáramos todo, lo del párrafo anterior y lo del Logroñés en la élite, tendríamos once magníficas partes de repercusión generadas por el deporte.

Ambas situaciones no son incompatibles, a pesar de una extendida corriente de pensamiento en el deporte riojano y logroñés que dice que si el Logroñés asciende a Segunda, adiós balonmano, adiós baloncesto, adiós voley y adiós todo. Que los riojanos somos así, argumentan, y les daríamos la espalda. No es nada fácil adivinar a quién beneficia esa forma de pensar muy propia, precisamente, de la idiosincrasia riojana.

Hace unos años, la revista Dato Económico publicó un contundente informe en el que se revelaba que Logroño había perdido entre 3,5 y 5 millones de euros al año por no tener un equipo en el fútbol profesional.

Ahora el Logroñés vuelve a estar en disposición de colarse entre los 42 grandes. El Logroñés, por cierto, no es la UDL ni la SDL. El espíritu del Logroñés no está reencarnado ni en la SDL ni el la UDL. El Logroñés es lo que dice Agustín Abadía en el libro mencionado: el fútbol de Logroño. Y el de La Rioja.

Algunos de los candidatos a la Alcaldía logroñesa se dejaron ver en Las Gaunas en el partido en el que los de Pouso aseguraron el play-off, pero no hemos visto o escuchado con claridad qué planes tienen con el Logroñés, y de paso con el resto del deporte de élite. Tienen tiempo hasta el viernes para explicárnoslo.

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